DEPENDENCIA Y ENTREGA

19.03.2024

Por Juan Alberto Rambaldo

Inglaterra extendió la zona de exclusión y como consecuencia,  solo recibió de nuestro gobierno "un chas chas en la cola" en lugar de un repudio vehemente por parte de las autoridades argentinas. En ese marco de entrega de nuestra soberanía vemos también, lo que ha sucedido con nuestro río Paraná en donde se firmó un convenio protocolar con el grupo de ingeniería de EE.UU que va a tener el control de entrada y salida de la vía más importante de productos económicos nacionales.

Controlará las entradas y salidas de los buques de ultramar de nuestros países vecinos como Brasil y Paraguay, -este último, ya había hecho la entrega de su sector a EE.UU-, también ejercerá el control de la entrega paralela de la salida de los puertos de Montevideo, ya que allí los puertos son libres y le sirven al capital financiero internacional y a las grandes corporaciones para sacar sus productos muchísimo más baratos de lo que pagarían en Argentina y con lo cual, nos quitan recursos económicos muy importantes a nosotros.

El mismo proyecto de lucha contra la soberanía argentina que es la eliminación del proyecto del Canal Magdalena con nuestra salida a los puertos de ultramar.

Estamos viviendo una seguidilla de actos de dependencia y de entrega y lo peor del caso, es que creo que la ciudadanía está viviendo situaciones tan complejas que no toman noción de lo que está sucediendo. En nuestros "Destacados" pueden leer la siguiente nota:

Injerencia de la OTAN en la Hidrovía Paraná Paraguay: nueva escalada imperialista sobre la Cuenca del Plata

Sobre este acuerdo técnico entre la Argentina y el cuerpo del ejército de EE.UU en el Paraná, Javier Orellano en una entrevista para  "8 am arriba que vamos" en Radio Universidad Nacional de La Plata declaraba:

"Es la declinación total de nuestra soberanía sobre la cuenca, esto amerita un juicio político al gobierno que le está dando el control, la administración y la gestión del río y de la cuenca de 3.442 km que llega al corazón de América del Sur. Estamos hablando de una unidad productiva que mantiene el 40% de la seguridad alimentaria del mundo y en donde circulan 110.000.000 de t. todos los años. 

¿Quién gobierna a la Argentina? La gobierna Milei que es un empleado de Eurnekian que fue condecorado con una medalla de oro por el imperio británico. Esto tiene que ver con la ampliación de la zona de exclusión de Malvinas para habilitar que vayan por nuestra soberanía en la Antártida, esto está ligado al tema de la plataforma del saqueo de América del Sur que es Montevideo, un puerto libre, todos son extranjeros, tantos los puertos multipropósitos que mueven más de 600.000 contenedores todos los años y que está en manos de la Jan De Nul Group, una empresa belga ... la principal base de la OTAN  en Europa está en Bélgica.

Además de ser puertos libres que están exentos de impuestos son zona franca, en donde además,  EE. UU. tiene un puerto en Montevideo y existe otro, que ya está concesionado a España y China. Para que la gente entienda, por esa "zona franca", va todo lo que nos roban en la cuenca y todo lo que nos roban en el mar y que luego se incorpora en el mercado mundial sin explicar cómo ni de donde se obtuvo.

Esta renuncia de nuestro país no es solo un tema comercial sino que es un tema de defensa, el cuerpo de ingenieros de la marina de defensa de los EE.UU es un cuerpo creado en 1973 y que tiene 37.000 hombres, es decir, que quieren colonizar todas las vías fluviales y sobre todo esta cuenca. 

Esto es un tema de defensa, de identidad territorial.

Desde los vikingos para acá los países son conquistados por los ríos o por los mares y esta es la función que tiene este cuerpo de ingenieros, el río Misisipi está controlado por ellos por una cuestión de defensa, no es que cualquiera puede navegar por allí.

Esta es una infame claudicación a la soberanía y a nuestra integridad fluvial y marítima. Pero este no solo es un tema nuestro, sino también, de Paraguay y Montevideo.

Hay que remarcar que toda la política internacional está impregnada de un mundo con guerras o perspectivas de guerras globales en donde la principal mercancía que ha crecido en forma exponencial son las armas, por eso, hablé de Malvinas, Montevideo y el Paraná, porque existe una planificación tributaria y nociva del saqueo de toda la cuenca que es el gran Rosario con sus puertos que está viviendo una situación dramática, que tienen que ver con el narcotráfico y los enclaves coloniales, no son puertos públicos como sí lo son en Montevideo, o como en la provincia de Buenos Aires y que luego son concesionados a sectores privados. De los 38 puertos el 70% son puertos fábricas que producen sub productos como aceite o harina, hacen declaraciones juradas absurdas. Si usted pregunta en la provincia de Santa Fe cuántos puertos hay y cuánto pagan de impuesto de inmobiliario, el ciudadano común no lo sabe.

Con estas plataformas nos roban 1/3 de la cosecha, en la Argentina fluyen los manantiales de la riqueza y duele hasta los huesos que mientras que de aquí sale la proteína para alimentar al 40% del mundo, en donde los alimentos tienen un doble carácter, ya que ninguna guerra se puede ganar sin alimentos. La gravedad geopolítica de lo que ha ocurrido es de primer orden.

Yo quiero decirles a los argentinos que debemos tomar conciencia sobre la gravedad de los problemas que tenemos.

Es evidente que están tratando de vender a capitalistas extranjeros nuestra tierra, incluso, nuestra tierra de frontera, vendiéndonos al mejor postor.

Ya existe un intento de trasladar la titularidad de las empresas que en este momento son patrimonio nacional a manos privadas, siendo las que están en condiciones de hacer semejantes inversiones aquellas que manejan la fuerza del capital financiero internacional.

Como si fuera poco comenzó a sobrevolar en las redes el título "Plan Andinia, estamos en riesgo", ya en 1834 el pueblo sionista decía que ambicionaba nuestra Patagonia. Tal vez, sea por eso que han puesto en el Salón de los Próceres a Carlos Saúl Menen, él, que entregó a Benetton 655.990 hectáreas para negocios agrícolas, ganaderos, forestales y mineros en las provincias de Buenos Aires, Chubut, Río Negro y Santa Cruz, y a Lewis, 11.200 hectáreas en el Lago Escondido de Río Negro y que sobresale por haberse apropiado desde hace 25 años de un reservorio de agua glaciar.

Está verificado que en el campo de Lewis hay una pista de aterrizaje del que entran y salen aviones que llegan a Malvinas. Desde El Bolsón puede verse después de las 3 de la madrugada bajar aviones -Bolsón no tiene aeropuerto- sabemos que bajan en lo de Lewis, porque el aeródromo de El Bolsón no tiene las condiciones de recibir la envergadura de esos aviones. Estamos hablando de un aeropuerto que ni siquiera tiene la ciudad de Bariloche. Un aeropuerto a nivel internacional y que está excluido de la zona de radar que maneja Bariloche ya que esa es una zona de exclusión por la forma que tiene el lugar, por eso su nombre de "Lago Escondido" al estar escondido por las montañas los radares no llegan a funcionar el 100%.

El problema aquí, es saber cuál es el nivel de control que puede hacer la Argentina sobre este tipo de cosas, porque una cosa es la producción controlada y otra cosa es la extranjerización del capital. Acá a lo que se está tendiendo es a la extranjerización de toda la producción que se hace en la República Argentina, lo vemos no solamente a nivel industrial sino a nivel agrario también, empresas ya sean titulares del territorio, o ya sean titulares de la forma de producción, por arrendamiento o por explotación pertenecen a firmas extranjeras o sus representantes.

Se ha abierto la importación de alimentos y de medicamentos "para tratar de controlar a la inflación".

Como sabemos, la producción nacional es importantísima en cualquier país desarrollado y lo que se está haciendo con esta medida es parecernos a nuestro vecino país, Chile, en donde la producción nacional casi no existe pero que además, no benefició a los consumidores ya que no compran a pesar de la medida productos a buenos precios. 

Todas estas medidas atentan contra la producción nacional.

Esto se hace con la excusa de que la producción en Argentina de esos tipos de insumos es oligopólica y eso los convierte en formadores de precios, no quedándole más remedio a los comercializadores que aceptar los precios que le imponen los productores, sin embargo, hay otras formas de controlar este tipo de exageraciones, abriendo la importación para darle lugar a los grandes productores del capital financiero internacional para que de alguna manera vayan desplazando a las producciones argentinas.

Programa N° 174, emitido el 15/3

Foto: Edición sobre foto de Ana Flavia