RACISMO, CHINEO Y GENOCIDIO

27.05.2023

Sobreseyeron al acusado por el femicidio de una niña indígena wichi de 14 años.

Por Juan Alberto Rambaldo

Ocurrió en el departamento de Orán, Salta. El juez Francisco José Oyarzú, ya tiene antecedentes de liberar a otra persona por un femicidio similar, sobre esto, hay que tener en cuenta la conciencia de "los criollos" y el desprecio que tienen por los pueblos originarios, sobre todo en el caso de la provincia de Salta y Formosa, en las que encontramos la práctica del chineo, que, si alguno no sabe, es el abuso de las niñas aborígenes para el uso de los placeres sexuales de los dueños de la tierra.

La justicia tiene un doble juego, primero, un desprecio por la libertad de género, son gente totalmente arcaica en ese sentido y que además, tienen un desprecio racista por lo grupos originarios que se plasman en actitudes como esta, que en vez de meterlo preso y hacerle las pericias psiquiátricas que deberían haberle hecho, el juez decide "por sí", que no estaba en condiciones mentales de reconocer la criminalidad de los actos y le da arresto domiciliario.

De este arresto se fuga, amenazando a la hermanita más pequeña de la víctima diciéndole que la iba a matar a ella también, por lo que nuevamente el juez vuelve a darle prisión domiciliaria. ¿Por qué? Porque los pueblos originarios son de segunda, y en consecuencia, lo que sea en contra de ellos siempre tiene una salida "jurídica" que los beneficie a los agresores.

No dudo que este hombre pudo haber estado con algún trastorno mental, pero eso, lo tiene que determinar una pericia. La idea del juez viene de su concepto racista y de su menosprecio de la identidad de género.

Lamentablemente, esto es algo que no sucede solo en nuestro país ya que recientemente en un artículo que publicamos en nuestra página, dice que en Perú el 23% de la población tilda a los pueblos indígenas de "obstáculos". La colonización ha hecho que los pueblos en vez de sentir orgullo por sus ancestros y sus descendientes sientan que son un estorbo para la modernidad y el progreso.

Esto es algo que también se ha manifestado en Chile cuando se intentó modificar la Constitución que venía de la época de Pinochet. La misma gente que había conseguido hacer una pueblada para su modificación, actuó en contra de la modificación constitucional por el lugar que le estaban dando a los pueblos originarios, existe en la conciencia de la "ciudadanía" este desprecio por los pueblos que han sido los que han defendido hasta último momento a la tierra y a la biodiversidad.

Para finalizar me parece importante analizar el COMUNICADO DEL TRAWN AUTONOMO MAPUCHE que publicamos en el día de ayer para todos nuestros lectores.

Me interesa destacar que todo lo manifestado en este comunicado, nosotros lo hemos venido denunciando y nos hemos hecho eco de ese reclamo durante todos nuestros programas y con todos nuestros artículos, el último de ellos con la participación de Claudia Gotta  que es una demostración de esto que decimos.

¡Tienen razón, están cansados!

¿Saben lo que va a pasar? En cuanto hagan algún movimiento tendiente a movilizar en contra del aparato estatal represor, los van a reprimir y los van a sacrificar. 

A esto tenemos que denunciarlo y hacer que la gente tome conciencia de que lo que están tratando de hacer es un genocidio, basado en los intereses de explotadores de la tierra, extranjerizados, los cataríes, los italianos, los ingleses, los holandeses, y todos esos que están prendidos de las tierras del sur, y para eso, necesitan hacer este genocidio.

En lo personal, me comprometo a participar en cualquier movilización de ese tipo en favor de los derechos de los pueblos originarios.

Programa N° 132, emitido el 26/05

Sobreseyeron al acusado por el femicidio de una niña indígena 

Para el juez, Kevin David Torres no comprendió la criminalidad de su acto. La decisión no fue notificada a la familia de la nena asesinada y se supo por la apelación fiscal. Por otro lado, Impugnación revocó la domiciliaria al otro femicida beneficiado por Oyarzú. 

La ciudad de Pichanal, enclavada en el departamento Orán a más de 256 kilómetros de la capital provincial, se vio sacudida ayer por la novedad de que el autor de uno de los crímenes más despreciables de los cometidos en ese lugar, había sido sobreseído. Esto porque el juez que entiende en la causa por el femicidio de Florencia Isabel Torrez, argumenta que el autor tiene una patología que le impidió comprender el alcance del acto que cometió.

La novedad, trascendente para la familia de la víctima, no le fue informada y se conoció ayer por la apelación que presentó la fiscala penal Claudia Carreras en contra del sobreseimiento de Kevin David Torres, joven de 24 años de edad que el 7 de marzo de 2022 acuchilló a Florencia, que entonces tenía 14 años de edad.

El Ministerio Público Fiscal de Salta informó ayer que el 10 de mayo el juez Francisco José Oyarzú dispuso el sobreseimiento de Torres, para quien ya en agosto de 2022 la fiscalía había pedido que fuera a juicio. Según informó el MPF, el juez fundó su resolución en estudios realizados sobre Torres que probarían que al momento de cometer el crimen "no contaba con la capacidad de comprender el alcance, contenido y sentido de sus actos debido a una patología".

Sin embargo, en la apelación la fiscala Carreras sostuvo que el sobreseimiento se funda en una pericia que se hizo sobre prueba documental (antecedentes médicos) y no sobre la persona del imputado como se había solicitado. La fiscala añadió que el análisis que se hace en la resolución es "sobradamente escueto y sin reseñar las operaciones realizadas, implicando un cercenamiento a los derechos de la víctima, en violación a los tratados internacionales asumidos por nuestro país en materia de Género", indicó el MPF.

Carreras afirmó que al declarar inimputable a Torres, el juez Oyarzú omitió valorar algún tipo de medida de seguridad. Es decir que, sostuvo la fiscala, "no solo existe falta de fundamentación porque no valora el hecho, la autoría y participación que tiene Torres, sino que deja impune un hecho de graves características, omitiendo imponer cualquier tipo de medida de seguridad". Y solicitó al Tribunal de Impugnación que revoque y declare nulo la resolución del 10 de mayo pasado, y le ordene al juez que haga los análisis que omitió.

Oyarzú ya había beneficiado con la prisión domiciliaria a Kevin Torres el año pasado. En agosto el joven se fugó de la vivienda donde cumplia la prisión. La huida provocó consternación porque el femicida había amenazado de muerte a la hermanita menor de Florencia. Finalmente, Torres fue recapturado, pero el juez le permitió seguir en su casa, decisión que fue apelada, otra vez, por la fiscalía y por la querella de la familia, representada por una abogada que le provee el Estado provincial.

Florencia Isabel Torrez era parte del Pueblo Wichí. Había nacido en la comunidad Misión Wichí, de Pichanal, en el seno de una familia sumida en extrema pobreza. Cuando era todavía pequeña su madre y su padre se separaron y a los cuatro o cinco años de edad se fue con su madre y su hermanita menor a vivir en Misión Carboncito, otra comunidad wichí. Pero pocos años después la madre falleció y las hermanitas fueron entregadas a su padre biológico, que las llevó a la comunidad wichí El Algarrobal, en la periferia de Pichanal, y luego a la comunidad Nueva Jerusalén, del Pueblo Ava Guaraní, en el mismo pueblo, donde residía cuando fue asesinada.

Según pudo reconstruir en su momento Salta/12, Florencia fue abusada por un adulto a partir de los 11 años, cuanto menos. No terminaba de sentirse cómoda en su nueva familia y solía ir de visita a otra comunidad. Una integrante del grupo de mujeres Kuape Äi (Aquí Estoy), que asistió a la familia tras el femicidio, habló de que vivía en una situación de "abandono", invisibilizada. Su agresor, un hombre criollo que asistía a una escuela especial, había comenzado a abusar de Florencia desde que tenía once años. La familia contó que la niña vivió con este hombre "un tiempito" pero luego "no quería saber más nada con él" y trató de apartarse, pero él "la amenazaba, le gritaba desde la calle".

Un femicida que vuelve a prisión

El juez Francisco Jorge Oyarzú es el mismo que en abril último le otorgó la prisión domiciliaria a Gustavo Alfredo García Viarengo, el hombre de 30 años que está imputado por el femicidio de la joven Nahir Nuri Klimasauskas Viazzi, cometido el 19 de febrero último en la ciudad de Orán.

Esa decisión fue revocada ayer por la Sala II del Tribunal de Impugnación, que hizo lugar a apelaciones de la fiscala Claudia Carreras y el fiscal Pablo Cabot y por la querella de la familia. Impugnación ordenó la inmediata detención García Viarengo y que cumpla la prisión preventiva en la unidad penitenciaria que corresponda.

Fuente:

https://www.pagina12.com.ar/552213-sobreseyeron-al-acusado-por-el-femicidio-de-una-nina-indigen