SOCORRO DE AMOR

02.11.2020

DEL CIELO A LA TIERRA
SOCORRO DE AMOR
LOS HIJOS DE LA LUZ, SOLDADOS DE CRISTO, SON MIS MENSAJEROS. LAS ACCIONES REALMENTE IMPORTAN. LAS PALABRAS SON GRANOS DE ARENA QUE SE VUELAN EN LAS PRIMERAS RÁFAGAS DE VIENTO.
GIOVANNI Y FUNIMA, SOCORRO DE AMOR, ESTÁN EN MIS GRACIAS.
¡PAZ!
VUESTRO ADONIESIS.
PLANETA TIERRA
27 de octubre 2020
G. B. 


Historia en el Chaco duro es el relato de un año de trabajo del Ing. Víctor Laconi para FUNIMA International en la selva del Chaco al Norte de Argentina.

He conocido a este hombre en uno de los viajes de la misión "Trip to Argentina" para visitar las comunidades indígenas.

Estaba buscando a una persona que me ayudara a elegir mejor qué proyectos llevar a cabo, luego de haber evaluado las necesidades de las personas que habitaban allí. Un técnico, un ingeniero.

Encontré a un hombre que demostró ser profundo, con cultura y fascinado por la vida. Tiene una amplia visión de la política y del bienestar social del que hay que hablar, basado sobre los valores fundamentales del ser humano.

Este intercambio de opiniones y los momentos útiles de reflexión me han ayudado también a comprender mejor el origen de los problemas y a cuestionar nuestras mismas intervenciones, con el objetivo de mejorarlas por el bien de las familias y de las comunidades.

... Porque estamos trabajando en lugares dónde la lógica es irracional y dónde la incoherencia tiene su lógica.

Giovanni Bongiovanni

Presidente - FUNIMA International

Víctor Laconi, empresario e ingeniero civil, nace y crece en Salta, una ciudad situada en el Noroeste de la Argentina, a los pies de la cordillera de los Andes, capital de la provincia homónima.

Hombre muy humilde y al mismo tiempo ambicioso en búsqueda constante de desafíos y de oportunidades de crecimiento profesional y personal, conoce la misión de FUNIMA International en el 2019. Después de haber conocido al presidente Giovanni Bongiovanni, nace una relación de amistad, cariño y estima recíproca que desemboca en una colaboración profesional.

Desde aquel momento Víctor empieza a viajar, internándose dos veces al mes en la densa selva del Chaco donde FUNIMA International trabaja. Su tarea es visitar a las comunidades de Santa Victoria Este, analizar, estudiar y valorar el contexto socio-ambiental y hacer obras para mejorar la calidad de vida de las personas que viven allí.

Gracias a su carisma, a sus capacidades y competencias sociales, su relación con los indígenas, las fundaciones locales y los entes institucionales se basa en el diálogo, la estima y sobre todo la confianza.

Compartimos un escrito suyo que expresa la emoción y lo vivido durante un año de trabajar juntos.

La palabra "chaco" proviene de las lenguas indígenas del Norte de Argentina y del Paraguay. Significa "territorio de caza" y lo expresa bien dado que era un territorio con fauna abundante. Allí se puede encontrar una gran variedad de especies animales. Está rodeado por ríos como el Pilcomayo, el Paraguay, el Bermejo y el Paraná, también la pesca era abundante. Pero esto vale para el tiempo pasado. La deforestación y la depredación salvaje han causado la desaparición de especies animales y selvas.

Esta historia empieza justo a mediados del año 2019. Era julio de aquel año cuando el presidente Giovanni Bongiovanni y su colaborador Matías Corvaro me propusieron abrazar una causa que parecía muy noble, muy enriquecedora y sobre todo muy laboriosa.

Inicialmente la tarea consistía en llevar adelante algunas obras para mejorar la vida de los habitantes de la zona llevándoles agua potable.

Para entrar a formar parte del equipo y comprender bien los problemas del lugar en los que me se me pedía intervenir, he tenido que interiorizar antes muchos aspectos que constituyen el motivo de semejante situación. Una zona muy inhóspita, sobre todo a causa del clima seco y cálido, con pocas y raras precipitaciones en gran parte del año, con inundaciones del río y temperaturas muy elevadas en verano, me han hecho entender que el trabajo que me habían encargado no era para nada fácil.

Un área olvidada del país que tiene frontera con dos países los cuales, aunque son bastante parecidos a Argentina, también son muy diferentes. Sabía que no eran sólo los problemas climáticos los que hacían difícil la solución de los problemas.

La convivencia entre criollos e indígenas, las distintas etnias originarias, la historia de un pueblo con costumbres tan particulares que ha sido objeto de un sin fin de decisiones políticas nacionales y provinciales tan erradas, tan confusas, tan variables...

Con toda esa carga en la mochila, empecé mi viaje a Santa Victoria Este. Muchas dudas se aclararon durante el viaje. ¿Cómo me recibirían los habitantes de la zona y sobre todo los indígenas, de quienes había oído muchas historias?

En todo este tiempo, hace ya un año, mi mente cambió de idea miles de veces. Cada viaje influenciaba esos cambios. Cada conversación, cada visita, cada mirada, iban forjando mis pensamientos que todavía hoy no tienen una posición definida.

He visitado lugares muy remotos, por ejemplo, El Pelícano, a unos 80 km de Santa Victoria Este, y a unos 10 km de Alto La Sierra, una localidad más poblada dónde conviven nativos y criollos. Algunos más cercanos como Nueva Magdalena, Cruce Nuevo, Pozo del Tigre IV, La Puntana, Mora 1. Lugares criollos como El Quebracho, Hito 1, Santa Victoria misma y muchos otros. Cada uno me ha enseñado su propio punto de vista, sus costumbres, sus necesidades. He aprendido a ver sus diferencias.

He podido ver, algo inimaginable, lo que significa vivir sin agua. He visto beber agua de "madrejones" (lagunas naturales de agua estancada), con agua muy turbia, y que se toma de aquellos lugares donde también van los cerdos y otros animales. He caminado por las sendas de la selva, con vegetación rígida, con espinas y ramas agudas, junto a mujeres, niños y hombres descalzos.

El Chaco de Salta es así. Los mismos habitantes lo llaman el "Chaco duro". ¡Qué razón tienen, el Chaco es duro!

Pensemos por un momento que la mayor parte del año la transcurren a merced de una sequía feroz, dónde es tan difícil recoger agua y después hay violentas tormentas que, aunque sean raras, inundan las calles, dejando a los habitantes aislados. Y el río Pilcomayo, gigante y misterioso, que desvía su curso sin pre aviso y deja de nuevo a los habitantes bloqueados en espera de socorro.

Si tuviera que hablar de factores humanos, mi historia se vuelve mucho más profunda. El Chaco siempre ha sido habitado por grupos étnicos indígenas que no conocían confines. No han sabido nunca de qué país eran. Han vivido su vida con una constante preocupación. La comida y el agua. Han sido cazadores, pescadores y colectores. La selva les ha dado de comer. Los ríos el agua. Los hombres iban a buscar comida, las mujeres cuidaban a la familia. Y cuando la selva se lo hacía entender, sin grandes dudas cambiaban de lugar donde alojarse. Cuando aprendí esto, entendí por qué sus casas son tan precarias.

El criollo provenía del sur, hace más de un siglo. Ha mantenido sus costumbres. Varias casas, producción agrícola y cría de animales. Necesitaban espacio. Poco a poco y a veces con un poco de violencia hacían desplazar a los colonos hasta que transformaron la vasta selva en un lugar mucho más pequeño. Más inhospitalario, más difícil.

Recuerdo que las primeras impresiones me hicieron pensar en los criollos como en los invasores, que se apoderaron de tierras provocando pobreza y miseria entre los indígenas.

Esto era lo que yo pensaba hasta que fui a visitarlos, me encontré con ellos, compartí sus experiencias. Sus casas no son precarias, son permanentes. El lugar donde viven no tiene basura, cuidan todo lo que tienen, trabajan la tierra y crían ganado. Piensan en ganarse la vida. Sus hijos, que han nacido en la zona, van a la escuela.

No podía faltar también aquí el problema de la política. De parte del gobierno nacional, provincial y municipal, han sido constantes las decisiones equivocadas sobre la región. La política asistencial que predominaba como política de sostén, perjudicaba mucho a los habitantes, privándoles de esa parte tan importante del ser humano, el valor del trabajo, como ganarse la vida con el propio esfuerzo.

Sin contar los innumerables casos de corrupción que eso provoca y que al mismo tiempo comporta una gran cantidad de injusticias, dónde los beneficios se distribuyen entre los fieles del político de turno. Los encargados de mejorar la vida de las personas parecen preocuparse de otras cosas. Y cuando tienen buena voluntad no es suficiente. Falta el sentido común. El menos común de los sentidos.

Es así que FUNIMA International ha llegado a este lugar. Humildemente, poniendo en juego sus propios recursos, determinación y experiencia, ha intentado entender. Dónde intervenir. Cómo hacerlo. Nuestro objetivo estaba claro, ayudar. Lo que no estaba tan claro era cómo hacer para que esta ayuda llegase correctamente y con justicia a las personas que más lo necesitaban.

Teníamos que aplicar nuestro sentido común. Nuestra perspectiva. Por eso, indudablemente, hemos tenido que entrar en la selva del Chaco duro. Conocer.

La carretera sin asfaltar nos ha recibido como si fuera harina. El polvo hacía que no pudiésemos ver más allá del vehículo en el que estábamos viajando. Con los ojos semi cerrados mirábamos aquella inmensidad. Aquella vegetación dura, espinosa y hostil. Imaginaba cuán difícil tenía que ser vivir ahí. Tener que desplazarse por estos caminos para encontrar comida, medicinas, ayuda; trasladarse de aquellos lugares al país más cercano parece una aventura difícil de realizar.

Es así que al final de un largo camino hemos conocido la primera comunidad. El impacto ha sido chocante. La pobreza extrema hace daño, te provoca una sensación interior muy particular.

Las casas precarias, construidas con bastones, barro y plástico. No tienen puertas o ventanas, y así el polvo y los animales entrar sin permiso. La basura circunda la comunidad, bolsos, envolturas, papeles, trozos de plástico vuelan alrededor.

Los habitantes se acercan, alargan la mano, dan la bienvenida. Las mujeres siempre a pocos pasos detrás, sonríen y murmuran en su lengua. Sus ropas son pobres pero limpias. Muchos de ellos están descalzos. La falta de algunos dientes no les impide mostrar su alegría por nuestra visita. Los niños corren y juegan alrededor. Gritan haciendo enfadar a los adultos. Esta es la vida en la comunidad. Es así que son todos. 

El jefe dirige la conversación. Él es el que habla. Cuando les informamos que estamos aquí para ayudarlos, puedes ver alegría y esperanza en sus ojos. La astucia no falta en su pensamiento. Y así descubres la oportunidad de contar todas sus exigencias. Pero como era de esperar, su mayor preocupación es el agua. El líquido vivificante. 

Es en esto que hemos visto la oportunidad de hacer algo. La problemática es diferente en cada lugar, por lo tanto, hemos decidido que el modo para diagnosticar el problema y encontrar la solución, era visitar los lugares, recorrer muchos kilómetros, hablar con los habitantes y pensar juntos como mejorar. Hemos aprendido que es muy importante que la comunidad participe en la idea y en el trabajo a desarrollar. De este modo, ellos se sienten propietarios, partícipes, principalmente conscientes y cuidan las obras.

Siempre pensamos que las ayudas no tienen que ser efímeras, sino que deben durar, que puedan enseñar. Así nació la idea de darles herramientas agrícolas. Promover el trabajo nos pareció un camino inteligente. Y resultó ser de verdad una idea fantástica. En la comunidad Nueva Magdalena, los habitantes han construido su propria red hídrica. Bajo la supervisión del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agrícola), han excavado más de un kilómetro para llevar el agua del pozo a sus casas. Lo mismo ha sucedido en Cruce Nuevo, Pozo del Tigre IV, El Pelícano. Las personas utilizan las herramientas para mejorar su calidad de vida con su mismo trabajo.

Y así ha pasado el año. Cada viaje ha sido una experiencia diferente. Cada salida una expectativa, cada vuelta una reflexión. El desafío constante. La fuerza, la inteligencia y la estrategia para afrontar el infinito número de problemas que aparecen constantemente, eran nuestra primera preocupación. 

Hemos participado en muchas reuniones. Hemos participado en muchas mesas de trabajo como: la "Mesa de articulación institucional de Santa Victoria Este", la "Mesa de gestión territorial de Santa Victoria Este" y la "Mesa" de Agua provincial. Hemos participado en reuniones con funcionarios gubernativos actuales y del gobierno anterior. Ministros, secretarios, directores y jefes de comunidad han conocido la obra de FUNIMA International. 

Hemos construido una estructura para recoger agua pluvial, una sala polivalente y redes hídricas. Hemos entregado cisternas, tanques de distintos tamaños y herramientas agrícolas. Hemos visitado comunidades indígenas y comunidades criollas. Hemos aprendido mucho. Hemos recibido mucho. 

FUNIMA International tiene objetivos claros y ha mejorado la vida de muchas personas. Ni siquiera la pandemia nos ha parado. Los proyectos han seguido adelante y las obras han sido completadas. Nunca se han prometido trabajos que no hayan sido completados. La orden era que se hicieran los trabajos, con ideas, con objetivos cercanos. Obras pequeñas pero necesarias. Una parte del grupo presente en la zona de intervención, otro dedicado a la planificación y la administración de los recursos y el otro en buscar ayudas internacionales. 

Esperamos poder continuar con este recorrido difícil pero reconfortante. Esperamos que continúen adelante los proyectos y las obras pequeñas pero importantes. Esperamos poder seguir recibiendo ese cariño de las comunidades. 

Gracias FUNIMA International. Gracias por haberme permitido participar en estos proyectos.

Gracias por haberme permitido conocer una parte de mi país que no conocía.

Gracias por haber escuchado mis sugerencias.

Gracias por el respeto y el cariño.

Gracias por haberme permitido recibir tantas cosas importantes de las personas.

Gracias por haberme permitido ser "Víctor, el del sombrero blanco", como me llaman las personas de ahí.

Os saludo con el corazón.

Víctor - Sombrero Pelaj *

(* en lengua Wichi).

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Mensajes adjuntos:

- 9-09-20 Las acciones que cuentan
https://www.delcieloalatierra.com.ar/mensajes/listado-de-mensajes/2020-listado-4/9097-las-acciones-que-cuentan


- 24-06-20 Funima más alla de la meta
https://www.delcieloalatierra.com.ar/mensajes/listado-de-mensajes/2020-listado-4/9021-funima-mas-alla-de-la-meta


- 16-04-20 ¡El agua que da vida a los sedientos!
https://www.delcieloalatierra.com.ar/mensajes/listado-de-mensajes/2020-listado-4/8931-el-agua-que-da-vida-a-los-sedientos


18-03-20 Funima: El coraje de la Verdad
https://www.delcieloalatierra.com.ar/mensajes/listado-de-mensajes/2020-listado-4/8885-funima-el-coraje-de-la-verdad


6-03-20 El socorro de amor de Funima no se detiene
https://www.delcieloalatierra.com.ar/mensajes/listado-de-mensajes/2020-listado-4/8850-el-socorro-de-amor-de-funima-no-se-detiene


19-02-20 FUNIMA: Socorro de amor imparable
https://www.delcieloalatierra.com.ar/mensajes/listado-de-mensajes/2020-listado-4/8843-funima-el-socorro-de-amor-incontenible


13-01-20 El agua de lluvia de Funima para los más necesitados
https://www.delcieloalatierra.com.ar/mensajes/listado-de-mensajes/2020-listado-4/8821-el-agua-de-lluvia-de-funima-para-los-necesitados


11.12.19 Giovanni esFUNIMA: "Socorro de Amor"
https://www.delcieloalatierra.com.ar/mensajes/listado-de-mensajes/2019-listado-3/8781-giovanni-es-funima-socorro-de-amor


- 27-11-19 La misión E.T.: "SOCORRO DE AMOR"
https://www.delcieloalatierra.com.ar/mensajes/listado-de-mensajes/2019-listado-3/8769-la-mision-e-t-socorro-de-amor


13.11.19 La gran obra de FUNIMA
https://www.delcieloalatierra.com.ar/mensajes/listado-de-mensajes/2019-listado-3/8760-la-gran-obra-de-funima