MENSAJE DE NAVIDAD

24.12.2022

FIN DE CICLO DE "¿HUMANIDAD ADÓNDE VAS?"

Transcurrió otro año de programa en el que tratamos de transmitir una visión diferente de la realidad que pintan los medios de información habituales.

El esfuerzo fue grande y fue muy importante la recepción de la audiencia y de los lectores de la página web, lo que - en lo personal- nos produce una enorme satisfacción.

Pero todo sigue igual...

... Las mafias tienen el control financiero mundial, y se enriquecen envenenando al mundo con la droga, fundamentalmente a la juventud;

... En el mundo hay más de 30 conflictos bélicos focalizados que están palanqueados y sostenidos por las industrias fabricantes de armas, que abultan sus ingresos con la sangre ajena derramada;

... La explotación del hombre por el hombre es una constante y mientras la sociedad de consumo produce un despilfarro perverso, más de la mitad de la población mundial carece de los más elementales medios de subsistencia y en el Cuerno de África el hambre es una pandemia y cada cinco segundos muere en el mundo un niño por hambre;

... Dentro de este panorama horrendo, los potentes colocaron a la población mundial ante la espantosa posibilidad de una conflagración bélica nuclear.

Ante esto toma cada vez más vigencia el nombre de nuestro programa ¿Humanidad, adónde vas? porque quien siembra viento cosechará tempestades.

Un párrafo aparte merece lo que viene sucediendo en nuestro país, donde continúa la alocada expansión de la frontera agropecuaria, con la consecuente pérdida de bosques y la destrucción de la biodiversidad. Poblaciones enteras se encontraron carentes de agua para consumo y producción como consecuencia de la desaparición de los glaciares por el excesivo uso del agua por parte de la minería a cielo abierto.

Nuestros puertos fluviales y marítimos están en manos (directa o indirectamente) del capital financiero internacional y lo mismo sucede con el control de las importaciones y exportaciones de productos, en una manifiesta pérdida del control soberano que debería ejercer nuestro país.

Mientras nuestra riqueza y el esfuerzo del pueblo se fuga y aumenta las arcas de los dueños del poder, más de la mitad de la población está por debajo de la línea de pobreza y los pueblos originarios siguen siendo perseguidos, agredidos, abusados y excluidos socialmente tanto en el norte como en el litoral y en el sur del país.

Volvamos a nuestros orígenes y recordemos el Himno Nacional. En él se sacraliza la libertad, se glorifica la ruptura de cadenas y se entroniza la igualdad. La lucha continúa.

Me permito recordar las palabras de Sandro Pertini: En la vida hay veces en que hay que saber luchar, no sólo sin miedo sino también sin esperanza.

¡Hasta la victoria siempre!

Juan Alberto Rambaldo