ODIO A LAS ETNIAS - ASESINATO DE CIVILES

21.06.2022

Más de 100 personas, en su mayoría de la etnia amhara, han muerto en un atentado en la región etíope de Oromia, según los testigos, que culpan al Ejército de Liberación Oromo (OLA) de uno de los ataques más mortíferos de los últimos tiempos.

Sin embargo, otros dos testigos afirmaron que han muerto más de 200 personas. El gobierno regional de Oromia confirmó el ataque, pero no dio detalles sobre el número de víctimas. No fue posible contactar con el gobierno central de Addis Abeba para que hiciera comentarios.

«He contado 230 cadáveres. Me temo que este es el ataque más mortífero contra civiles que hemos visto en nuestra vida», dijo Abdul-Seid Tahir, un residente del condado de Gimbi, a la agencia de noticias The Associated Press después de escapar a duras penas del ataque el sábado.

«Los estamos enterrando en fosas comunes y seguimos recogiendo cadáveres. Ahora han llegado unidades del ejército federal, pero tememos que los ataques puedan continuar si se marchan», añadió.

El primer ministro Abiy Ahmed había condenado lo que describió como «actos horribles» en Oromiya, sin dar detalles. «Los ataques a civiles inocentes y la destrucción de los medios de subsistencia por parte de fuerzas ilegales e irregulares son inaceptables», dijo en Twitter.

Al menos 50 muertos tras un ataque armado en una iglesia de Nigeria

El sacerdote que oficiaba el servicio en el momento del atentado fue secuestrado.

Un comando armado abrió fuego y detonó explosivos este domingo en el interior de una iglesia católica en el suroeste de Nigeria, dejando a decenas de feligreses muertos, incluidos muchos menores. El ataque a la iglesia de San Francisco, situada en la localidad de Owo en el estado de Ondo, se produjo cuando los fieles festejaban el domingo de Pentecostés, indicó el legislador local Ogunmolasuyi Oluwole.

Adelegbe Timileyin, quien representa Owo en la Cámara Baja de la Asamblea Nacional nigeriana, estimó que los atacantes mataron a al menos 50 personas, aunque la cifra podría ser mayor. El legislador también señaló que el sacerdote que oficiaba el servicio en el momento del atentado fue secuestrado.

Por su parte, el gobernador de Ondo, Arakunrin Oluwarotimi Akeredolu, condenó el ataque "vil y satánico" contra los feligreses inocentes y convocó a una reunión de seguridad con todos los comandantes del suroeste para iniciar operaciones militares conjuntas en la región. También visitó hospitales para expresar su pésame a los heridos.