HISTORIA DEL TE

01.07.2020

EL TE, UNA BEBIDA CON LARGA HISTORIA Y MUCHOS BENEFICIOS PARA LA SALUD.

Según cuenta la leyenda el descubrimiento de esta bebida se origina hacia el año 2700 antes de Cristo, cuando los sirvientes del EMPERADOR CHINO SHEN NUNG, conocido como el PADRE DE LA AGRICULTURA Y DE LA MEDICINA CHINA, quien se encontraba descansando a la sombra de un árbol silvestre, hervían agua en un caldero como había ordenado a su pueblo antes de beberla, se dieron cuenta que caían unas hojas dentro del recipiente, en el momento que se aprestaban a cambiar el contenido del caldero, el Emperador se lo impidió, ya que había notado un cambio en la coloración del agua. Extrañado se acercó, bebió un trago e hizo un gesto de aprobación, le había gustado esa extraña bebida. De esta simple casualidad surgió el TE, que paso a ocupar un lugar de privilegio en el Imperio Chino y que posteriormente conquistaría el mundo con su delicado aroma. Durante muchos años se la llamó "LA BEBIDA DE LOS DIOSES".

La denominación de té es originaria de China y de la investigación surgió que es la infusión de hojas y brotes del arbusto Camellia Sinensis (PLANTA DEL TE), es una planta perenne de la familia de las Camelias. Los botánicos identificaron dos variedades: la de China y la de Assam en India, así como numerosas hibridaciones debido a que fueron implantados en cultivos a partir de los tés procedentes de China, en otros países donde ya existía en estado silvestre. Históricamente en Extremo Oriente ha crecido en forma silvestre no obstante en la actualidad se cultiva en casi todo el mundo.

De CHINA pasó a JAPON , si bien estos cuentan que la costumbre de beber té fue traída desde la INDIA por el príncipe BODHI-DHARMA, Fundador del Budismo Zen, quien a través de un peregrinaje de varios años hacia el norte de su país para predicar y enseñar el budismo durante el viaje, debido a su cansancio, sueño y enfermedad que lo aquejaban, siguiendo el consejo de unos sabios, encontró un arbusto en su camino del que infusionó sus hojas y gracias a ello pudo mantener los ojos abiertos y evitó caer de nuevo en el sueño; reconfortado pudo continuar su viaje. Este nuevo método de meditación ZEN que llevaron los monjes japoneses a China, junto con la planta de TE que se popularizó por sus propiedades MEDICINALES Y ESTIMULANTES, precediendo la CEREMONIA DEL TE o CHANOYU, se convirtió en un brebaje unido al arte, la perfección y la belleza.

Todas las Leyendas hablan de hechos casuales en la historia del origen del té, pero hay evidencias que en CHINA se consumía en el siglo XXVII antes de Cristo y que la expansión del te comenzó en la misma China conquistando, en la época de las SEIS DINASTIAS, el Sur del país como PLANTA MEDICINAL. Luego surgió el comercio que en caravanas transportaban hojas medicinales alcanzando lugares como el Himalaya y Japón, donde tuvo rápido crecimiento ya que los japoneses desarrollaron un famoso ritual:

LA CEREMONIA DEL TE, de 37 diferentes pasos en su preparación que aun hoy se practica, quedó definitivamente constituida en el siglo XV y establecida en su forma independiente y secular y desde entonces queda plenamente establecido el TEISMO en Japón y más que la idealización de una forma de beber, fue una religión del arte de la vida. Este brebaje se convirtió en un pretexto del culto de la pureza y el refinamiento, una función sagrada en la que el huésped y su invitado se unían para alcanzar juntos la beatitud de la vida mundana. El cuarto del té fue un oasis en el desierto de la vida, en el que los viajeros, cansados, podían encontrarse y beber en el manantial común del amor y del arte. La ceremonia fue un drama improvisado cuyo argumento fue tramado alrededor de la mesa del té, de las flores y de las sedas pintadas. Ningún color alteraba la tranquilidad del recinto, ningún ruido turbaba el ritmo de las cosas, ningún gesto rompía la armonía, ninguna palabra destruía la unidad de los alrededores, todos los movimientos se ejecutaban simple y naturalmente, éstos eran los designios de la ceremonia del té. Parece algo raro que el éxito la haya coronado, una sutil filosofía la habita. Si bien la ceremonia del té es un desarrollo del ritual Zen, el taoísmo también va íntimamente ligado a la historia del té.

Desde hace tiempo la humanidad se ha reunido alrededor de una taza de té, es el único ceremonial asiático que merece la estima universal. El hombre blanco se ha mofado de su religión y de su moral, pero ha aceptado sin vacilación su dorado brebaje. El té de la tarde es hoy una de las más importantes ceremonias de la vida occidental.

En China su comercio dio origen a la Ruta de la Seda, la porcelana y los caballos con países fronterizos y como tardaban meses en las caravanas, el ladrillo de té se convirtió en moneda de cambio en el comercio, por productos de interés para los Chinos: los caballos con Mongolia y el Tibet, para el ejército, hierro, sal, pieles, etc.

Si bien esta infusión era muy conocida en el lejano Oriente, en el 1280 Marco Polo la lleva de China a la India y muchos años después, hasta que Vasco Da Gama atravesó el Cabo de Buena Esperanza y la ruta marítima entre Oriente y Occidente no llegó a Europa y los portugueses, hábiles comerciantes, de todas las especias llegadas del Oriente no se preocuparon por esta bebida. Los holandeses sobre final del siglo XVI vieron que el té les podía dejar gran ganancia y en 1637 la Compañía Holandesa de las Indias Orientales lo incluyó entre sus productos habituales, convirtiéndose un éxito social en el siglo XVII; luego pasa a Francia y se consume en la Corte, se envía el primer cargamento a Norteamérica en l650.

En 1662 Catalina de Braganza, portuguesa y esposa de Carlos II lo introduce en Inglaterra. Poco después THOMAS TWINING abre el Toms Coffee Shop, convirtiéndolo en casa de té, más tarde llega a Londres con la firma FORTUM & MASON. En 1773 en Boston es destruido un cargamento de té como protesta contra las Leyes impuestas por la Corona Británica de altos impuestos que recaían en el precio del té; este motín se conoció como "BOSTON TEA PARTY" (Fiesta de Té de Boston), que a la larga fue el preludio de la Guerra de Independencia de EEUU.

La Duquesa Ana de Bedford impuso la costumbre inglesa del "FIVE O CLOCK TEA" en 1820.

Los ingleses comienzan a cultivarlo en la India, abriendo nuevos mercados, haciéndolo popular. Más tarde se cultivó en Indonesia, Taiwán y Ceylán.

En la India, que ya poseían té de variedad assámica, que soportaba climas fríos y de altitudes elevadas, comenzaron a proliferar los jardines de té privados que provenían de Gran Bretaña, más barato y abundante que el de China.

Mientras en la India se establecían estos jardines, la Compañía de las Indias Orientales seguía comerciando con China. La Compañía le vendía OPIO a cambio de plata. En la década de 1820 la adicción al opio era general en China por lo que se ilegalizó, aunque no cesó a pesar de la prohibición por lo que entre 1839 y 1860 China y Gran Bretaña libraron dos guerras del opio.

En el siglo XVIII Europa perfeccionó el proceso de fabricación de PORCELANA, un negocio que en Europa e Inglaterra tuvo auge en el siglo XIX debido a la demanda de juegos de té.

En 1880 Rusia se convierte en gran consumidor e inicia su producción propia en Vietnam, con la llegada de colonos franceses, en PHO THO al Noroeste de Hanoi

En 1888 Thomas Johnstone LIPTON, crea su marca y en 1903 nace el té en bolsa de la mano del neoyorkino Sullivan.

En Kenia la introducen los ingleses con fines comerciales. En Africa, el té llegó gracias a los árabes, que tenían sus propias rutas de comercio y se popularizó en Marruecos la bebida de té con menta, convirtiéndose en su bebida nacional.

En España entró tardíamente ya que eran más aficionados al café y al chocolate.

Pero la EPOCA DE ORO del té corresponde a la Dinastía TANG, donde dejo de entenderse como un tónico medicinal y empezó a extenderse su consumo por placer.

Adquirió tal importancia que el filosofo y escritor LU-YU escribió el libro EL CLASICO DEL TE o el LIBRO SAGRADO DEL TE, el "SUCHA-GHING , es el primer libro sobre el té de la Historia, su cultivo, producción y forma de beberlo.

Era un estudioso del Confucionismo, mezclando dichas teorías académicas al estudio del té creando así "LA CULTURA DEL TE". Había sido encontrado a los tres años abandonado y fue criado por un monje budista que lo llamó LU YU En el templo LONGGAI no solo aprendió a leer sino adquirió grandes conocimientos filosóficos budistas y de literatura aunque siempre rechazó convertirse en budista y estudiaba el confucionismo, por lo que a los doce años se escapó del templo, aprendió teatro; con mucha sabiduría y buen humor teniendo mucho éxito en sus representaciones. A los 21 años comenzó a viajar con el propósito de estudiar todo sobre el té, y sobre el agua que bebía de los manantiales, tomando nota de todo lo que veía, juntaba y disecaba todo lo que podía para llevarlo en barco a su hogar natal.

Al final de su vida se trasladó a Tiaoxi en la provincia de Xiangyang y allí se dedicó a escribir su obra maestra durante 20 años donde cuenta claramente toda la información que posee sobre la cultura del té; habla de su cultivo, utensilios usados para su producción y en los últimos capítulos habla de la valoración dada hasta en los archivos más antiguos sobre té y todos los incidentes relacionados desde los tiempos más remotos hasta la Dinastía TANG (618-907).

Siempre renegó de las cosas materiales y de la popularidad, aunque tenía mucho dinero, no lo guardó, lo disfrutó comprando los mejores tipos de té y utensilios relacionados. Cocer y saborearlo fue la mayor alegría de su vida, murió a los 72 años y fue nombrado "EL SABIO DEL TE".

Considera en su libro que todo lo que rodea al té es una parte muy importante del ORDEN COSMICO por lo que la preparación y la elaboración es un SIMBOLO DE ARMONIA CON EL UNIVERSO. Impera la idea de que todos los detalles de la vida deben de cuidarse y celebrarse, se debe tratar de encontrar la belleza de todo y buscar la tranquilidad y la armonía en la vida, empezando por el momento de la preparación y degustación del té que fue una de las actividades más importantes del Ocio Chino.

En 1923 se inician plantaciones en Argentina en la zona 3 Capones, Misiones, con semillas de Georgia (Nación de la ex URSS). En 1947 se instalan las primeras fábricas en Turquía en RIZE, región del Mar Negro que satisface las necesidades internas.

En 1965 aparecen los primeros tés aromatizados y en adelante los salones y tiendas de té en Europa. El 15 de diciembre del 2005 es la primera celebración del DIA INTERNACIONAL DEL TE, en Nueva Delhi, India, y en 2009 la primera FERIA INTERNACIONAL en Hong Kong. Y MY TEA, el arte del té, abre su tienda en San Sebastián, Donostia. En la actualidad y en todo el mundo el té es la bebida más consumida después del agua.

El té es una obra de arte y necesita de la mano del maestro para manifestar sus nobles cualidades, Hay té bueno y té malo. Cada fórmula de preparar las hojas posee su individualidad, sus afinidades especiales con el agua y con el calor, sus recuerdos hereditarios, su propia manera de contar.

Como el arte, el té tiene sus escuelas y sus períodos; su evolución puede dividirse en tres etapas principales: el té hervido, molido y en infusión. Los modernos pertenecen a esta última escuela. Estos diversos métodos de apreciar el té son significativos de la época en que han prevalecido. Los ideales del té caracterizan las diversas modalidades de la cultura oriental.

El pastel de té, que se hacía hervir, el polvo de té que se molía. La hoja de té se infusionaba, marcan los diversos impulsos emotivos de las Dinastías Chinas Tang, Song y Ming, y empleando las terminologías artísticas, podrían designarse como escuela clásica, romántica y naturista, respectivamente.

La planta de té era altamente apreciada por poseer la virtud de aminorar la fatiga, deleitar el alma, fortificar la voluntad y reanimar la vista. No solo en forma interna era usada, sino también externa, convertida en una pasta que se aplicaba para curar el reuma. Los taoístas consideraban el té como uno de los elementos principales del elixir de la inmortalidad y los budistas lo empleaban para luchar contra el sueño, durante sus largas horas de meditación.

Los poetas de las Dinastías del Sur han dejado trazas de la ferviente adoración que sentían por la "espuma de jade líquida" Los Emperadores solían conceder a sus ministros como recompensa de buenos servicios, alguna rara preparación de las preciosas hojas. La forma de beberlo en aquella época era muy primitiva. Se pasaban las hojas al vapor, se machacaban en un mortero, con ello se hacia una torta que se hervía mezclada con arroz, jengibre, corteza de naranja, especias, leche y algunas veces cebolla.

Esta costumbre es todavía hoy floreciente en algunos pueblos tibetanos y mongoles, que componen con todos estos ingredientes un jarabe. El uso de la rodaja de limón, tan apreciado de los rusos, es una reminiscencia de aquél antiguo método.

Fue el genio de la Dinastía TANG, LU YU, quién sacó el té de ese estado primitivo para elevarlo hasta su idealización definitiva, descubriendo en el té el mismo orden y la misma armonía que reinaba en las demás cosas. Notable fue su predilección por el simbolismo taoísta y también es curioso notar la influencia del té sobre la historia de la cerámica China. La porcelana celeste tiene el prurito de reproducir las exquisitas coloraciones del jade, que dio por resultado, bajo la Dinastía Tang, el esmalte azul del Sur y el blanco de las provincias del Norte. LU consideraba que el azul era el color ideal para una taza de té porque da al líquido un tinte verdoso, mientras el blanco lo hace aparecer rosado y no tan agradable.

Los Maestros del té han traído al arte numerosas aportaciones. Han revolucionado enteramente la arquitectura clásica. Y la decoración interior ha creado un nuevo estilo, cuya influencia se encuentra en los palacios y en los monasterios construídos desde el siglo sexto. Todos los Jardines del Japón han sido dibujados por los maestros del té y se puede asegurar que el arte de la cerámica no hubiese alcanzado la perfección si estos Maestros no le hubieran prestado su inspiración, al igual que los utensilios que el té necesita. Muchas son también las telas que llevan los nombres de los Maestros del Té que contribuyeron a su dibujo y colorido. En casi todas las ramas del Arte los Maestros han dejado la huella de su genio.

Pero por grande que haya sido su influencia en el dominio del Arte, no es nada comparada con la que han ejercido en el camino de la vida. No solamente se nota su influencia en los usos y costumbres del gran mundo, sino en los más triviales detalles de nuestra vida doméstica. Muchos de nuestros platos más delicados, así como la forma de presentar los alimentos en general, a ellos son debidos. Nos han iniciado en el estado de espíritu en que debemos hallarnos para acercarnos a las flores? dulce en su inconsciencia, que acaso no tiene perfume porque es silenciosa? En la alegría y en la tristeza son nuestras amigas fieles. Comemos, bebemos, cantamos y bailamos con ellas. Nos bautizan y nos casamos con flores. No osamos morir sin ellas. Da pavor pensar en un mundo vacío de su presencia. Su serena ternura reconforta nuestra confianza vacilante en el universo, como la mirada dulce de una criatura resucita nuestras perdidas esperanzas.

La devastación de flores cortadas a diario para adornar salones y banquetes es enorme, atadas juntas formarían una guirnalda a un continente. En Occidente el puesto de flores forma parte del decorado de la riqueza, es la fantasía de un momento. Porqué serán las flores tan bellas siendo tan desgraciadas? Qué crimen han cometido durante vuestra encarnación pretérita para merecer tal castigo en ésta?

Los insectos pueden picar, el animal más tranquilo tiene defensa cuando se siente acorralado. Los pájaros cuyas plumas son buscadas para adornar sombreros pueden escapar volando, el animal cuya piel codiciáis puede ocultarse. La única flor que puede volar es la mariposa!!!!!.Todas las demás quedan desarmadas e inmóviles ante sus verdugos. No oímos sus gritos en su agonía, somos brutales ante quien nos ama y sirve en silencio, pero puede llegar la hora en que se alejen de nuestra crueldad. Han notado que son más escasas cada año? Acaso sus sabios les han aconsejado huir hasta que el hombre sea más humano; sin duda han emigrado al cielo. Alabemos a quien se entrega a la cultura de las flores.

En Oriente el arte de la Jardinería es uno de los más antiguos y los cuentos y las poesías están llenas de amor del poeta hacia sus flores preferidas.

Quien conozca el alma y la manera de ser de los Maestros del Té y de las flores, habrá observado con que veneración religiosa tratan a éstas. Jamás cortan una flor al azar, sino que escogen cuidadosamente cada rama y cada tronco, sin perder nunca de vista la composición artística que llevan en el espíritu. Cortan lo estrictamente necesario asociando siempre las hojas a las flores, a fin de constituir un conjunto que conserve la belleza entera de la planta viviente. Cuando un Maestro del Té arregla una flor según su rito, la colocará sobre el tokonoma, que es el puesto de honor de toda residencia japonesa.

También han hecho más enérgico nuestro amor natural de la simplicidad, nos han mostrado la belleza de la Humanidad. Por sus lecciones el Té ha entrado en la vida de los pueblos.