Cientos huyen de sus hogares en el suroeste de EE. UU. a medida que avanza un incendio forestal masivo

03.05.2022

El incendio forestal de Calf Canyon al este de Santa Fe, Nuevo México, quema una franja de tierra y amenaza a las comunidades montañosas.

Las llamas azotadas por el viento atravesaron las laderas de las montañas cubiertas de pinos en el estado estadounidense de Nuevo México el lunes, lo que obligó a los residentes a huir de sus hogares y provocó la evacuación del hospital psiquiátrico del estado.

Cientos de hogares en una ciudad histórica en las estribaciones de las Montañas Rocosas recibieron la orden de evacuar de inmediato cuando los vientos intensos y las condiciones completamente secas alimentaron el enorme incendio forestal que ardía en las afueras de la ciudad.

El incendio, denominado Calf Canyon Wildfire, había quemado más de 41.682 hectáreas (102.998 acres), o más de la mitad del área de la ciudad de Nueva York, hasta el lunes por la mañana, según funcionarios del Servicio Forestal de los Estados Unidos en Nuevo México.

Estaba contenido en un 30 por ciento hasta el lunes, ya que quemó la vegetación reseca por la sequía al noroeste de la ciudad de Las Vegas, hogar de 13,000 personas.

"Estamos tratando de albergar y alimentar a las personas con equipos mínimos. Cientos de personas han perdido sus hogares. Es una tragedia extraordinaria", dijo Allen Affeldt, propietario de un hotel en Las Vegas.

Miles de bomberos y tropas de la Guardia Nacional luchan contra los destructivos incendios forestales en el suroeste mientras más residentes se preparan para evacuar [New Mexico National Guard via AP]

El incendio, el incendio forestal activo más grande de Estados Unidos en este momento, es uno de una docena de incendios que ahora arden en el suroeste de Estados Unidos. Los científicos dicen que los incendios forestales están más extendidos y llegan a principios de este año debido al cambio climático.

Más de 3100 bomberos forestales y personal de apoyo estaban combatiendo incendios en todo el país, y aproximadamente un tercio de ellos intentaba evitar que se propagara el gran incendio en Nuevo México.

"Aquí hay mucho humo. Mucho humo y cenizas cayendo", dijo Jesús Romero, subdirector del condado de San Miguel, a la agencia de noticias Reuters en una entrevista.

"Los vientos están empezando a levantarse ahora y estamos empezando a tener mucho más viento".

Los meteorólogos emitieron una advertencia de bandera roja para el área, lo que indica que los incendios podrían comenzar y propagarse fácilmente, en medio de vientos de 80 kph (50 mph) y una humedad tan baja como el cinco por ciento esperada hasta el lunes.

Los funcionarios estatales de salud dijeron que comenzaron a evacuar a los 197 pacientes en el Instituto de Salud del Comportamiento debido al rápido movimiento del incendio.

Los pacientes fueron enviados a otras instalaciones en todo el estado, algunos fueron transportados en unidades seguras y otros escoltados por la policía.

A varios cientos de hogares en la esquina noroeste de Las Vegas se les dijo que evacuaran de inmediato el lunes por la mañana, dijo el condado de San Miguel en una alerta.

"Esta situación emergente sigue siendo extremadamente grave y negarse a evacuar podría ser una decisión fatal", dijo el condado.

A otras 4.000 a 5.000 personas se les ha dicho que estén listas para evacuar de inmediato, dijo Romero.

Las cuadrillas demolieron cortafuegos al norte y al oeste de la histórica ciudad universitaria para proteger ranchos, casas rurales y el United World College.

Las autoridades han dicho que el incendio del noreste de Nuevo México, que ha estado ardiendo desde el 6 de abril, ha dañado o destruido 172 casas y al menos 116 estructuras.

A los residentes de las comunidades cercanas se les dijo que evacuaran el domingo cuando fuertes ráfagas de viento llevaron el fuego cerca de sus comunidades del valle de la montaña.

En todo Nuevo México, funcionarios y grupos recolectaban alimentos, agua y otros suministros para las miles de personas desplazadas por los incendios.

Las ofertas de oraciones y esperanza inundaron las redes sociales cuando los residentes publicaron fotos de las llamas que incendiaban las copas de los imponentes pinos ponderosa cerca de sus hogares.

Los meteorólogos han emitido avisos meteorológicos contra incendios y advertencias de bandera roja por peligro extremo de incendio en amplias franjas de Nuevo México y el oeste de Texas.