Catarina Lorenzo
BRASIL
Con una sonrisa, recuerda: "23 de septiembre de 2019", pregunta Catarina Lorenzo cuando le pregunto si recuerda el día en que habló en la sede de Naciones Unidas en Nueva York. Con tan solo 12 años, formó parte de un grupo de jóvenes activistas de varios países que se acercaron para discutir temas climáticos y hablar sobre sus preocupaciones para el futuro con representantes de todos los países.
La joven activista bahiana está comprometida gracias al activismo de sus padres. Los dos la hicieron consciente desde que era niña sobre la amenaza del bosque Vale Encantado, que aún resiste la construcción de una carretera, y el río Jaguaribe, que corría el riesgo de ser encauzado, ambos cercanos a Patamares, el barrio donde se encontraba. nació, en Salvador.
Su conciencia ambiental se despertó hace cuatro años. "Estaba en una piscina natural en el mar y vi un coral lleno de puntos blancos y noté que el agua estaba muy caliente", recuerda preocupado mientras cuenta la historia. "Si no pudiera soportar la temperatura, ¿cómo podrían soportar eso esos animales marinos y corales en su hábitat?"
En la clase de ciencias de la escuela aprendió cómo los gases y el efecto invernadero provocan este aumento de temperatura. "Comprendí que lo que había notado no era algo normal y necesitaba hacer algo", comenzando a involucrarme en las protestas desde que tenía 9 años.
Fue este trabajo el que la llevó al auditorio de la ONU, donde habló de sus inquietudes junto a una referencia: la joven activista sueca Greta Thunberg. Catarina nunca se hizo amiga de Greta, pero pudo estar con ella. "Ella es una inspiración, ella sola creó este movimiento gigante de FridaysForFuture", celebra. "Pero estoy más feliz de saber que estamos luchando por la misma causa".
Embajadora del proyecto Eco Woman de la ONU durante la cuarentena, Catarina planea crear un club ecológicamente consciente, el Eco Clube Sustentari, para trabajar con la educación ambiental sostenible y también con las personas que no tienen la oportunidad.
Pero la marca de estos primeros años de activismo es el fuerte recuerdo del 23 de septiembre del año pasado. "La ONU cambió mi vida. Sigo siendo la misma, pero me abrió millones de puertas ", dice mientras explica sobre su participación en conferencias, debates y seminarios web sobre activismo ecológico desde entonces.
"Es difícil de explicar, fue inolvidable. El solo hecho de estar allí ya tiene un gran impacto. Los representantes de los países tienen que escucharte, aunque no quieran. Estar allí con otros jóvenes de Europa, África, pasando por lo mismo que yo, expandió mucho mi mente, fue la mejor experiencia de mi vida ".
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