La ONU advierte que casi la mitad de los suelos del mundo están degradados

29.04.2022
Arshad Mohammed / Anadolu Agency
Arshad Mohammed / Anadolu Agency

En caso de que no se tomen medidas para revertir este proceso, la ONU calcula que para 2050 se sumará al territorio afectado un área del tamaño de América del Sur. 

La Organización de las Naciones Unidas publicó recientemente su informe 'Global Land Outlook 2', en el que advierte que el daño ambiental por actividades antropogénicas se está acelerando, pues hasta un 40 % de los suelos ya se consideran degradados y la mitad de las personas del mundo están sufriendo los impactos de ello.

Según los datos del nuevo reporte de la ONU (el segundo de su tipo tras cinco años de estudios), la mayoría de los daños son causados ​​por la agricultura intensiva. El cultivo de alimentos en tierras degradadas se vuelve progresivamente más difícil a medida que se agotan los recursos hídricos y la fertilidad natural del suelo, lo que provoca que más y más bosques sean talados única y exclusivamente para convertirse en nuevas zonas de cultivo o en tierras para el ganado, indica el documento.

Los especialistas señalan que gran parte de la degradación de los suelos ocurre en los países en desarrollo, que explotan excesivamente sus recursos para abastecer a los países ricos de alimentos y ropa que se usa y desecha.

Estas tierras afectadas raramente logran restablecerse de forma natural, por lo que se convierten en espacios inservibles, sin vegetación autóctona, con nula biodiversidad y poca capacidad de absorber y almacenar carbono.

"La degradación de la tierra está afectando a los alimentos, el agua, el carbono y la biodiversidad. Está reduciendo el PIB, afectando la salud de las personas, reduciendo el acceso al agua limpia y empeorando la sequía", comentó Ibrahim Thiaw, secretario ejecutivo de la Convención para Combatir la Desertificación de la ONU.

Restaurar tierras degradadas es posible mediante el cambio de los métodos de cultivo, la plantación de árboles para evitar la erosión y la recolección y almacenamiento de agua de lluvia. Sin embargo, muchos agricultores no dan estos pasos debido a la presión para producir, la falta de conocimiento, la mala gobernanza local o la falta de recursos. Al respecto, la ONU calcula que por cada dólar que se invierte en recuperar los suelos, hay un retorno de entre 7 y 30 dólares en aumento de producción.

De hecho, el beneficio económico de restaurar tierras degradadas podría ascender a entre 125 y 140 billones de dólares al año, lo que supondría un 50 % más que los 93 billones de dólares del PIB mundial registrado para 2021.

En ese sentido, la ONU urge a aplicar estas prácticas de remediación, ya que, de lo ontrario, para 2050 se añadirá al territorio degradado un área del tamaño de América del Sur, según las previsiones del informe.

"La agricultura moderna ha alterado la faz del planeta, más que cualquier otra actividad humana. Necesitamos repensar urgentemente nuestros sistemas alimentarios globales, que son responsables del 80 % de la deforestación, el 70 % del uso de agua dulce y la principal causa de la pérdida de biodiversidad terrestre", concluyó Thiaw.