Yemen, donde las enfermedades y el hambre matan más que las bombas

03.12.2021

Hasta ahora, el 60 % de las 377.000 víctimas del conflicto en Yemen no han muerto por los bombardeos, sino por las consecuencias sociales de la guerra, como el hambre y las enfermedades. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) alerta en un informe de que 1,3 millones de personas podrían morir si el conflicto se extiende hasta 2030.

Yemen, el lugar más difícil del mundo para ser niño

En la foto, Tahani, de 5 años, juega con el barro cerca del refugio de su familia. Simula que hacen pan. Agua y pan es lo único que su familia puede ofrecer para comer.

Tahani tenía sólo tres meses cuando los ataques aéreos y los combates obligaron a sus padres a huir de su casa con lo puesto. La familia se instaló en Aden, un lugar para familias desplazadas. "Espero poder volver a casa pronto", dice su madre, Eftekar.

Según la ONU, el conflicto es la "causa de fondo" de la crisis yemení. Decenas de miles de personas han muerto desde que empezó la guerra en 2014. Desde 2019, el número de fallecidos por el conflicto ha aumentado un 60 %. La mayoría de las muertes se producen por el impacto del conflicto en los precios de los alimentos y el deterioro de los servicios básicos. La peor parte se la llevan los niños, especialmente vulnerables a la desnutrición. En 2021, cada nueve minutos un menor yemení de cinco años muere. Si continua el conflicto, en 2030, un niño menor de cinco años podría morir cada cinco minutos en el país, según la ONU. Once millones de niños necesitan ayuda humanitaria en Yemen a día de hoy. 

El conflicto ya ha empujado a 4,9 millones de personas a la desnutrición, y este número aumentará a 9,2 millones en 2030 si la guerra persiste. A veces, la única comida que las familias desplazadas pueden permitirse en un día es té con un poco pan. El estudio prevé que, a finales de 2021, 15,6 millones de yemeníes vivirán en la pobreza extrema, y la cifra aumentará a 22,2 millones en 2030, el 65 % de la población. 

El costo de las guerras suele medirse a menudo en número de víctimas en combates, pero en el caso de Yemen las repercusiones que la crisis está teniendo en los medios de subsistencia, los precios de los alimentos y el deterioro de servicios básicos, como la atención de la salud y la educación, están causando muchas muertes y millones de desplazamientos forzados. El conflicto en Yemen es uno de los más destructivos desde el final de la Guerra Fría. De hecho, ha hecho retroceder el desarrollo humano en 21 años, según el informe mencionado de la PNUD. 

"Nuestra casa está destruida, y no podemos pagar un alquiler. Todos huyeron por la guerra y el hambre. Los niños comían de la basura, por eso nos desplazamos hasta aquí".

Fatima Ali Hussain, desplazada interna en Marib.

Los combates se intensifican en Marib

Hana Mused Mohammed, de 39 años, (abajo en la foto) vive desplazada con seis miembros de su familia en la ciudad de Marib.

"No puedo comprar los medicamentos que necesita mi hija. Cuestan 15.000 riales al mes, y no podemos permitírnoslo. Ella precisa atención médica urgente. Yo soy viuda y no tengo a nadie más que a mi cuñado. Todos los demás han fallecido", cuenta Hana.

La situación en la gobernación de Marib, en Yemen, es crítica y preocupante. La escalada de violencia en la zona está aumentando el número de personas desplazadas. Desde septiembre, se han producidos 40.000 nuevos desplazamientos. En total, ACNUR estima que el número de personas desplazadas internamente en esta gobernación supera el millón.