ASESINADO, ¡MUERTO NUNCA!

Esta semana se cumplió un nuevo aniversario del asesinato de Ernesto Guevara. Fue capturado el 8 de octubre de 1967, y el 9 de octubre, el sargento Mario Terán Salazar le disparó -aclaremos- que no lo fusiló, sino,  que cobardemente le pego un tiro cuando estaba en la cama, sin los protocolos de un soldado detenido en acción.

Por supuesto detrás de este asesinato estuvo la mano de la CIA que armó todo un entramado para detener y exponer su imagen, creyendo que con eso lo desacreditarían… y no, no lo lograron.

Hace unos meses, Juan Alberto escribía sobre el Che y su concepto ideológico que quisiéramos volver a compartir ya que su revolución, está más actual que nunca y es la nuestra, la de H A V.

Por Juan Alberto Rambaldo

Hablar del Che Guevara, es hablar de un concepto ideológico y de un concepto humano. El Che, dio la vida por un concepto ideológico para impulsar a través de la lucha, un mundo distinto y humanitario, tomando como ejemplo, el sacrificio del pueblo vietnamita, un pueblo unido, que peleaba contra la potencia más grande del mundo en ese momento, EEUU, y que sin embargo, logró objetivamente derrotarlo, aunque después, por medio de métodos económicos, financieros y demás, se armó una reversión de esa situación. El pueblo vietnamita logró derrotar al imperialismo.

De esa conquista, el Che sacó la consigna de crear uno, dos, tres o más Vietnam, porque estaba seguro de que el imperialismo no podría soportar el enfrentamiento de las luchas populares si se desarrollaban a nivel mundial.

Quizás, fue un deseo, una forma de ver las cosas que desde el punto de vista de los objetivos era muy difícil de llevar adelante, pero no nos olvidemos que ese deseo, se introdujo en el pensamiento de la generación de los años 60 y 70, impulsando la idea de que este mundo no iba más y que había que cambiarlo. Eso no tiene precio.

Él, generó una consigna que dio la vuelta al mundo:

¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE PATRIA O MUERTE VENCEREMOS!