CLASE MEDIA VACÍA, CLASE TRABAJADORA SIN IDEOLOGÍA

07.12.2023

Por H A V

Compartimos con ustedes queridos lectores, la entrevista que el diario digital Antimafia Duemila le ha realizado a Juan Alberto Rambaldo con el fín de poder interpretar el triunfo de Milei y su contexto histórico.  

Entrevista al ex juez argentino Juan Alberto Rambaldo

Por Giorgio Bongiovanni - 7 de diciembre de 2023

Argentina ha votado en las elecciones políticas al líder anarquista ultraliberal de "La Libertad Avanza", Javier Milei, apodado "El loco", representante de una política nefasta que contempla la convivencia entre el Estado y la mafia, la negación de los crímenes de la dictadura y la erradicación del estado social.

Sobre este tema, entrevisté a Juan Alberto Rambaldo, ex juez argentino de la ciudad de Santa Fe y ex militante del frente de liberación de Argentina durante el régimen de Videla, quien estuvo en riesgo de convertirse en uno de los 30.000 desaparecidos argentinos, además de ser un gran intelectual y admirador de Antonio Gramsci. Rambaldo hizo un análisis histórico y político desde el final del régimen de Videla hasta las recientes elecciones del 22 de octubre. Con el 55% de los votos, Milei ganó la segunda vuelta contra su rival de "Unión por la patria", Sergio Massa. El nazi Milei asumirá la presidencia en la Casa Rosada el 10 de diciembre, y con él al mando, Argentina corre el riesgo de caer en una sangrienta dictadura.

Dr. Rambaldo, ¿Qué está sucediendo en Argentina y cuál es el contexto histórico que llevó a las actuales elecciones?

Consolidado el control del Estado por parte del Capital Financiero Internacional a través de la dictadura militar instaurada en 1976, y fortalecido por el resultado de la guerra de las Malvinas, se sucedieron gobiernos de diferentes colores políticos que, más allá de las buenas o malas intenciones, demostraron ser incapaces de escapar del proyecto ya establecido.

Fue en ese mismo período que ocurrió el asalto a la guarnición de La Tablada por parte del movimiento guerrillero argentino "Movimiento Todos por la Patria" (MTP), liderado por el exERP 22, Enrique Gorriarán Merlo, quien, según las declaraciones de los participantes, actuó convencido de que en esa guarnición se estaba planeando un golpe de Estado contra el entonces presidente Raúl Alfonsín, que debía ser detenido antes de que se manifestara y se expandiera. Pero este no fue el mensaje transmitido a la ciudadanía; por el contrario, se difundió que se trataba de un grupo de extrema izquierda que intentaba subvertir el orden constitucional. Lo cierto es que los miembros que tomaron la guarnición quedaron aislados y sin apoyo externo; muchos murieron y otros fueron capturados. Así se puso fin a cualquier intento adicional de desarrollar una opción revolucionaria de izquierda.

Posteriormente, durante el gobierno del presidente Carlos Saúl Menem, un grupo del ejército liderado por el coronel Mohamed Alí Seineldín, de ideología nacionalista católica, provocó un levantamiento militar interpretado como un intento de derrocar al gobierno. Sin embargo, según sus palabras, la rebelión no estaba dirigida contra el gobierno, sino contra los líderes del ejército, a quienes consideraba completamente manejados por los Estados Unidos y responsables del desmantelamiento de la defensa nacional, así como partidarios de un proceso de destrucción del aparato productivo de la economía promovido por el proceso militar entre 1976 y 1983, que tuvo a Martínez de Hoz como ideólogo. La insurrección fue derrotada y Seineldín fue condenado a cadena perpetua. De esta manera, se aniquiló cualquier opción de rebelión vista desde una perspectiva nacionalista.

Palermo, 18 de julio de 2014. El ex juez Juan Alberto Rambaldo junto al director Bongiovanni durante la conferencia "Un país sin verdad" en memoria de Paolo Borsellino y los cinco agentes de escolta asesinados en la masacre de Via d'Amelio el 19 de julio de 1992 © Paolo Bassani
Palermo, 18 de julio de 2014. El ex juez Juan Alberto Rambaldo junto al director Bongiovanni durante la conferencia "Un país sin verdad" en memoria de Paolo Borsellino y los cinco agentes de escolta asesinados en la masacre de Via d'Amelio el 19 de julio de 1992 © Paolo Bassani

Todo esto era necesario para consolidar el dominio imperial delineado en los documentos de Santa Fe I, II y IV.

Los gobiernos que han seguido al proceso militar, ya sean partidarios de la ortodoxia liberal o los llamados populistas y neokeynesianos, no han podido (y creo que ni siquiera han querido) cambiar este sistema de dependencia, incurriendo en una serie de actos de corrupción, desde la desnacionalización de las empresas públicas más importantes del país hasta la connivencia con las empresas monopolísticas y la vinculación con el narcotráfico.

El escándalo de la corrupción, el aumento del desempleo, la reducción de los servicios sociales, etc., llevaron a una situación de desconfianza de la población en la dirigencia política, hasta el punto de que en las elecciones legislativas de 2001, la suma de votos en blanco y nulos alcanzó la cifra récord del 41% de los votantes, equivalentes a 10,200,000 argentinos.

Desde entonces, el lema fue "que se vayan todos". Sin los referentes ideológicos antisistema mencionados anteriormente y sin la clase trabajadora que liderara la protesta, la visión de identificar como responsable de la crisis al sistema establecido por el Capitalismo Financiero prevaleció sobre la de atribuir esa responsabilidad a los actores políticos (todos), sin hacer diferencia de posiciones ideológicas o afiliación a un partido político, como si fueran una unidad o una categoría social autónoma.

Después de esto, en el marco del movimiento oscilatorio propuesto por los dueños del poder que utilizan a su favor los mecanismos de la democracia formal, surgieron en América Latina gobiernos con tendencias autonomistas (como Lula en Brasil, Lugo en Paraguay, Kirchner en Argentina, Morales en Bolivia y Correa en Ecuador), para luego volver a posiciones neoliberales.

De esta manera, el ánimo político de la población argentina, al ver deteriorarse sus ingresos debido a la inflación, la pérdida de empleo y el aumento de la pobreza e indigencia, perdió la confianza en las estructuras políticas tradicionales. Esto se hizo evidente cuando desde 2015 no ha habido gobiernos reelegidos.

Se arraigó en la sociedad la idea de que los responsables de esta crisis eran "los políticos" (una especie de categoría abstracta) que defendían solo sus intereses privados culpables de la destrucción de la economía nacional.

La situación de Argentina era (y es) caótica, producto de un gobierno que dejó al país con una enorme deuda externa que había acordado una devolución de préstamos imposible de cumplir, y que al mismo tiempo provocó la desaparición de alrededor de 30,000 PYMEs (pequeñas y medianas empresas), con la consiguiente recesión del mercado laboral, desempleo, reducción de salarios y disminución del PIB (1).

El general chileno Augusto Pinochet
El general chileno Augusto Pinochet

Tan pronto como asumió el nuevo gobierno, llegó la pandemia de Covid-19, que encontró al país sin suficientes infraestructuras hospitalarias, tanto desde el punto de vista edilicio como humano. Fue necesario invertir enormes recursos para construir rápidamente nuevos hospitales con la tecnología adecuada; también fue necesario actuar para proteger a la industria que enfrentaba la disminución de las jornadas laborales, a los trabajadores incapaces de realizar su trabajo y para proteger a quienes se beneficiaban de los planes sociales. Para cumplir con este último servicio, se movilizó al ejército con las "ollas populares" para proporcionar alimentos a los necesitados.

Obviamente, esta situación ha llevado a una disminución del PIB con una disminución de los "ingresos per cápita" y un aumento del índice de pobreza.

En este complicado panorama estalló la guerra en Ucrania, que provocó un aumento desmesurado en la importación de energía y requirió desviar importantes recursos para proporcionar al país gas y petróleo.

Para completar el cuadro, llegó una sequía que causó una pérdida de exportación de trigo por más de 20,000 millones de dólares.

Socialmente, el índice de indigencia ha alcanzado el 17% (y no es mayor gracias a los planes sociales del Estado), y el de pobreza el 40%.

Este es el panorama en el contexto de un periodo prelectoral.

Se ha llegado a un nuevo acuerdo con el FMI (Fondo Monetario Internacional) que exige una devaluación del peso y un aumento en el valor de los servicios, lo que induce a las empresas que fijan los precios a aumentar nuevamente los precios internos, aumentando la inflación con la consiguiente disminución de los salarios (2).

La respuesta de los sectores financieros y sus representantes políticos, que exigen una reducción del gasto público, la pérdida de derechos laborales, el cambio del sistema de pensiones, la condonación de los planes sociales, etc., ha sido generar una "carrera del dólar paralelo" que ha duplicado su valor en poco tiempo, generando un aumento (real o ficticio) del costo de los productos.

Las empresas que deciden los precios, de naturaleza oligopólica en este país, ajustan sus ingresos mediante el aumento de los precios internos, generando así un caos en el sistema con el consiguiente aumento de la inflación y el deterioro de la imagen del gobierno (3).

En este contexto, surgió el movimiento "La Libertad Avanza", que se presentó con un discurso prolijo, agresivo y teatral por parte de Javier Milei, aparentemente su ideólogo, vinculado a las grandes corporaciones.

De izquierda a derecha: el represor argentino, Emilio Eduardo Massera, y el dictador general, Jorge Rafael Videla
De izquierda a derecha: el represor argentino, Emilio Eduardo Massera, y el dictador general, Jorge Rafael Videla

¿Qué piensa de la elección de este oscuro personaje?

Este sujeto ha revalorizado el proceso militar de 1976, desacreditando a las organizaciones de derechos humanos y negando la relación necesidad-derecho; se ha declarado admirador de Margaret Thatcher, Estados Unidos e Israel; en sus discursos proponía la dolarización del sistema monetario, el cierre del Banco Central, el equilibrio fiscal (con la consiguiente reducción de subsidios a servicios esenciales y planes de ayuda social), la privatización de empresas estatales, de la salud pública y de la educación, así como la eliminación del CONICET (4), la flexibilidad laboral, el cambio del sistema de pensiones, etc.

A cambio, presentaba una propuesta que, aunque proponía cambios importantes, resultó ser una continuidad del proyecto existente, basado en un populismo no rupturista con el pasado.

Milei, en su "discurso antipolítico", comenzó a señalar como "casta" a la dirigencia de los partidos, los legisladores y los miembros del Poder Ejecutivo tanto a nivel nacional como provincial, acusándolos de ser los responsables de la crisis del país (5).

Este discurso, exaltado y provocador, definido como anarcocapitalista y al límite de lo delirante (más allá de su falsedad), que recuerda los discursos de Adolf Hitler al pueblo alemán, se arraigó en la ciudadanía que pedía un cambio (sin importar cuál), montándose en la "propuesta libertaria", ignorando el contenido sociopolítico e ideológico de dicha propuesta y cerrando los ojos ante sus consecuencias adicionales. La idea era "cualquier cosa que suceda no puede ser peor".

Una respuesta típica de una clase media vacía con una clase obrera ya ideológicamente ausente.


(1) Producto Nacional Bruto

(2) El Salario Mínimo Vital y Móvil de un trabajador argentino (calculado con el valor del "dólar paralelo") es de U$S 130. – y el salario promedio es de U$S 250. – (Con las nuevas configuraciones es posible que estos números han variado un poco.)

(3) Milei, el actual presidente electo, aconsejó a la gente deshacerse de los "pesos basura" y comprar dólares porque en un futuro próximo esa moneda no tendrá valor.

(4) Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología

(5) Sin embargo, para lograr el triunfo electoral hizo numerosas alianzas con organizaciones políticas provinciales y -las más importantes- con el PRO del expresidente Mauricio Macri y con el Partido Justicialista Cordobés del gobernador Juan Schiaretti (¿no eran de "casta"? ¿Influyen en las decisiones gubernamentales?).