¿LIBERTAD PARA QUÉ Y PARA QUIÉN?

22.12.2023

Por Juan Alberto Rambaldo

Estoy entre asombrado y preocupado por todas las cosas que han estado sucediendo, desde el discurso de Caputo, pasando por la marcha del día 20, el discurso de Milei y su DNU y el cacerolazo. Son demasiadas cosas en apenas 10 días de vigencia del gobierno de nuestro nunca bien ponderado Javier Milei.

Por empezar, tenemos que diferenciar entre lo que realmente se hizo y lo que está proyectado hacer, porque hay cosas que están dispuestos a hacer, pero que todavía no pueden hacerlas ya que requieren la autoridad del Congreso.

Creo que lo que tenemos que analizar son aspectos concretos, como por ejemplo, el discurso de Caputo con el plan fiscal en donde de alguna manera va diciendo lo que puede llegar a suceder como consecuencia de los cambios profundos, tanto en el sistema impositivo como en el de control fiscal.

Hay algo que parece rarísimo, Libertad Avanza voto a favor de la eliminación del impuesto a las ganancias para los sectores laborales y resulta que ahora -según dicen por el reclamo de los gobernadores- tratarán de volver a colocarlo, lo que parecería ser una provocación contra la clase trabajadora que había considerado esa eliminación del impuesto a las ganancias como un triunfo. Este es un golpe no esperado sobre todo por parte de aquellos que habían votado a favor de la eliminación.

Caputo habla de la colocación de retenciones a sectores de campo que no tenían retenciones hasta este momento como es el caso de la lechería. Parece ser que después de la entrevista que tuvieron los gobernadores con Milei estas retenciones se volverían para atrás.

Todo está en aguas de borrajas. Acá las idas y venidas generan una incertidumbre grande. La racionalización administrativa a nivel del Estado con una gran cantidad de gente que quedaría excluida, sobre todo los que viven de contratos periódicos; el quite de las obras públicas, con lo que eso significa desde el punto de vista de los obreros de la construcción, son cosas que golpearon grandemente a todos los sectores sociales.

Con respecto al protocolo antipiquete se siente casi como una provocación… Sin embargo, hay que reconocer que el 19 en Rosario, en el encuentro que se hace todos los años rememorando lo que sucedió en el año 2001 y en el que la gente se trasladó caminando a la plaza frente a tribunales, se hizo normalmente y no tuvieron ningún tipo de acto represivo. El acto había sido comunicado a la municipalidad y ésta, no arbitró ningún medio, ni se vio ningún policía dando vueltas tratando de hacer presencia ante la marcha transcurriendo todo en forma pacífica y normal.

En Buenos Aires, el día 20 a pesar de todo el aparato propagandístico que hubo, porque incluso en las estaciones de trenes había carteles intimidatorios que decían: "El que corta una calle no cobra" y sin embargo, la gente salió a la calle igual. A pesar, de que no fue la presencia masiva de otros momentos, pero -dadas las circunstancias- que haya habido 30.000 personas en la plaza es un hecho bastante importante siendo que había un propaganda de agresión, con un desplazamiento policial y de gendarmería que fue asombroso.

Lo importante, es que los manifetantes se fueron caminando por tres avenidas cortando el tránsito pero sin aplicarse el protocolo -cosa que me puso contento- puesto que de lo contrario posiblemente hubiera sido una batalla campal. Creo que por un lado los manifestantes estuvieron correctos en el sentido de que ellos no generaron la provocación y el gobierno, se mantuvo tratando de evitar cualquier tipo de respuesta violenta, aunque sí fue intimidatoria además de exagerada la presencia de sus fuerzas represivas.

Creo que ambos lo van a tomar como un triunfo, los manifestantes porque demostraron que no han tenido miedo y el gobierno en el sentido de que su actuar intimidatorio evitó las acciones violentas de la calle, será cuestión de ver cuál es la acción social, el hecho concreto, después de los anuncios de Milei que fueron mucho más profundos de los que hiciera Caputo.

Hay intento de derogar cosas que no se pueden derogar si no es por ley, o sea, que muchas de las cosas que ya están entrando en la conciencia social como ciertas, como que van a suceder, como que ya están instauradas, en realidad no lo están.

Hay que ver cuál es la constitucionalidad de semejante DNU que toca cualquier cantidad de temáticas diferentes en donde plantea derogación de leyes, prácticas nuevas, cambio del sistema y toda una suma de cosas que a mi criterio son de dudosa constitucionalidad.

También hay que ver que hace la comisión legislativa que es la que tiene que dar la aprobación o no, hay que ver con qué fuerzas cuenta cada uno, ya que ante la sola aparición de esos 18 puntos que planteó Milei -creo yo- la gente incurrió en el desconocimiento de la temática del DNU y trajo como consecuencia la reacción espontánea de muchos barrios, algunos, más inesperados como Palermo, Recoleta, Olivos y barrios populares en donde la gente salió para manifestar con un cacerolazo.

Los que instrumentan las acciones en este gobierno, no son democráticos, por más que hablen de libertad, porque lo que hay que preguntarse es ¿Esa libertad, de quién y para quién?

Porque es fácil ser libre cuando se tiene la manija de ese lado, pero para el que tiene que soportar los actos de tu libertad, para ese, la cuestión no es libre sino, sometida.

Yo no me engaño y trato de transmitir esto a los demás, la Libertad Avanza es para aquellos en situación de poder, la libertad se restringe y se retrae para aquellos que están en situación de sometimiento, entonces, cuando hablamos de este tema tenemos que hablar de que estamos ante un proyecto, del DNU, que solo se asienta sobre una base dictatorial y sobre formas represivas de acción, ojalá lo que estoy diciendo sea una equivocación, pero la historia me dice como son las cosas.

Cuando vos le impones a la gente un acto de sufrimiento, mientras a las empresas le abrís la cancha para que jueguen como quieran, evidentemente tu manejo es discrecional, de acción dictatorial en contra de los intereses de los más, espero que los "más" piensen muy bien cómo van a actuar ante estas circunstancias.

Con respecto a los sindicatos, estos son un organismo de medición, si bien intervienen, participan y crean la lucha, siempre va a estar en la intermediación, es decir, en la búsqueda de una resolución con el Estado. Creo que están tocando de tal manera los intereses de los trabajadores que no les va a quedar más remedio que realizar acciones, desde la manifestación programática de su oposición a este proyecto, hasta la movilización si esto fuera posible, esto es lo que yo pienso, pero hay que ver que piensa la dirigencia sindical.

Tampoco podemos obviar que este gobierno llegó a través de las redes y éstas, ni bien terminó el discurso de Milei, se manifestaron, la incidencia en las redes cambió directamente y tomó una nueva dirección poniéndose en contra de este DNU. Esto demuestra la movilidad de lo que es la clase media que no tiene ideología propia, sino, que actúa por impulsos, votando a Milei como consecuencia del enfrentamiento con toda la situación de crisis por la que estaba pasando.

Por último, no puedo menos que repudiar la propia existencia del ex juez Alberto Baños y la decisión política de la nunca bien ponderada vicepresidenta Villarroel que lo ha designado como responsable de la Secretaría de Derechos Humanos, la que reivindica el golpe de 1976. Todo lo que venga después, me parece una lastimosa consecuencia. Por si alguien no recuerda, este personaje comenzó a ejercer como juez en plena dictadura ganándose la fama de "Duro entre los duros" en el fuero penal, también es recordado por su simpatía por las fuerzas de seguridad. Está claro que este mecanismo solo se sostiene con represión y para eso, hace falta tener los propios en las fuerzas armadas, en la policía, en el poder judicial, en todos los estamentos. Lo peor del caso, es que les va a hacer falta -y lo van a tratar de hacer- de instrumentar los niveles de educación educando para esto. Esto me recuerda en el peor de los casos a la historia del nazismo y del fascismo, pero es a nosotros los que nos toca ver que hacemos frente a eso.

Programa N° 162, emitido el 22/12