HUMANIDAD ¿ADÓNDE VAS?   CRÓNICA DE UNA EXTINCIÓN ANUNCIADA 

08.09.2023

Por Juan Alberto Rambaldo

Mi objeto es transmitir de alguna manera lo que decimos, lo que pensamos, lo que sentimos, desde lo que nosotros llamamos la Iglesia de los Juanes, con el Juan el Bautista y el Evangelista. Para eso tendríamos que remontarnos al momento del Getsemaní al que Jesús fue con tres apóstoles: Juan, Pedro y Santiago, manifestándose, lo que después serían las tres iglesias: 

La iglesia exotérica de Pedro, la que se vincula directamente con el pueblo, con una manifestación primaria del conocimiento, no porque sea mala, ni porque sea mejor o peor, sino porque está dirigida a un determinado sector social. 

La escuela esotérica de Juan, la de la Gnosis

La escuela alquímica de Santiago

Estas dos últimas escuelas prácticamente se unificaron y estuvieron plasmadas para hoy, dejando de ser escuelas iniciáticas, herméticas, para transformarse en la puesta del conocimiento hacia todo el mundo. Solo la verdad nos hará libre, dice el Señor, y la profundización de la gnosis es la proclamación de la verdad y para eso, mandó a aquel que dijo que estaría con nosotros, el Consolador Prometido, y Él daría las respuestas. Él desentrañaría, todo aquello que tendrá que verse y escucharse. 

Porque pensemos ¿Todos miramos, no? ¿Pero vemos? Todos oímos ¿Pero escuchamos? Esa es la pregunta. 

El hombre de esta sociedad no está sordo de oír, pero está sordo de escuchar. No está ciego de ver, pero está ciego de mirar.

¿Y por qué es eso? Porque estamos en un punto donde el control de la economía, de la política, de la cultura, de los valores morales, está en manos de los que detentan el poder mundial. El poder del capital financiero mundial. Ellos, nos generan unas pautas de conducta, unas pautas de observación de la realidad que nos distancian de verla tal como es.

Nosotros decimos que la realidad no es esa, la realidad es una mierda… Pueblos explotados, la Tierra mancillada, la minería a cielo abierto destrozando montañas y contaminando las aguas, la expansión de las fronteras agropecuarias con la liquidación de los bosques, la liquidación de la biodiversidad, la liquidación de las especies animales, y por qué no, nuestra propia liquidación. Y encima, como dice un amigo mío que se llama Raúl Montenegro, que es premio Nobel Alternativo, profesor de Biología en la Universidad Nacional de Córdoba, nos hacen creer que plantando árboles suplantamos la destrucción de la biodiversidad.

La biodiversidad no se puede replantar. Lleva cientos y miles de años de construcción. Pero claro, para los dueños del poder y para aquellos que la obtención de ganancia y beneficio es la razón de ser de su existencia, no importa cuánto mal le hagamos a la humanidad, o cuánto mal nos hagamos a nosotros mismos, si mediante ese objetivo mantienen una estructura del dominio y del poder.

Por nuestro origen, nosotros estamos muy vinculados a lo que se dio en llamar el mensaje de Fátima, porque en ese lugar, la Madre Miryam le abrió los estigmas a nuestro Maestro y Guía Giorgio Bongiovanni y le ordenó difundir, el Tercer mensaje dado a los pastorcitos en 1917 y que fue mantenido en secreto por la Iglesia.

No vamos a hablar de todo lo que dice el mensaje pero sí vamos a hablar, de situaciones que son concretas y específicas de nuestra humanidad. Dice ese mensaje que los científicos van a desarrollar armas tan poderosas que van estar en condiciones de destruir todo. En un libro de 1.917, parece ser que la realidad es así, dice que es probable que si nosotros no nos oponemos una gran guerra se producirá que devastará a dos terceras partes de la humanidad. ¿Parece que la tenemos presente, no? Este conflicto entre Rusia y Ucrania, que en realidad no es entre Rusia y Ucrania sino entre Occidente y Rusia-China, con la Nato, porque ahí ucrania es un pedacito de nada, se la aplastaría con un zapato si no estuviera atrás todo el aparato de la OTAN. Porque en realidad el objetivo de la OTAN es destruir a Rusia y destruir a China. Y por eso es que se están de alguna manera impidiendo realizar las negociaciones para recuperar la paz. Estamos al borde de una guerra y todo el mundo mira para otro lado.

Como si esto fuera poco -y parecería ser que todo el mundo mira para el costado- en Japón Fukushima está regando el agua radioactiva al océano. Hay países ya que impidieron el consumo de mariscos y de algas como consecuencia de la contaminación radioactiva.

La devastación de los bosques está produciendo una alteración del ambiente, así como la emanación de gases fruto del consumismo extremo. ¿Entienden, no? Nuestros hermanos del cosmos, hace años, que nos vienen advirtiendo, de las consecuencias de lo que pasaría si seguimos en esta conducta loca que tenemos de destruir el planeta, avanzar con más armas nucleares y cuanta más energía nuclear. Porque, ¿Qué razón tiene la creación de reactores de alta potencia para la generación de electricidad cuando sólo representa una mínima parte de la generación total de electricidad? En realidad, lo que se está buscando es la generación de elementos de agua pesada, transformación del uranio radioactivo para la formación del arma nuclear. Entonces nuestros hermanos dicen que el hombre está metido en una locura absoluta fruto también de un virus psíquico que se llama harbar, y afecta las neuronas de nuestro cerebro.

Su objetivo siempre fue ponerse en contacto con nosotros. Estudiaron nuestra conducta para poder obtener realmente un diálogo con ellos, de modo tal, que todo lo que ellos hacen en su espacio de alto desarrollo tecnológico y científico lo podamos instalar. Sin embargo, se preguntaron para qué hacerlo si lo primero que van a hacer es ponerlo al servicio de la violencia y la degradación.

Concluyeron que no podían comunicarse con nosotros, a menos que hubiera un cambio muy profundo, porque el hombre y la humanidad parecería ser que tiene una impronta de autoaniquilación. Busca autoaniquilarse. Si nosotros nos ponemos a mirar, a vernos con la "mirada", es así, porque -como dije antes- destrozamos la biodiversidad, al medio ambiente "lo hacemos percha", contaminamos las aguas y encima hacemos de la guerra un modo normal de actividad, en este momento hay más de 400 focos. 

Estamos destruyendo la bioesfera y el Padre Sol, y la Madre Tierra, tienen un objetivo fundamental que es, la persistencia de la célula cósmica inserta en nuestro universo.

Hubo un fulano por ahí que se llamó Juan, que habló del Apocalipsis, y dijo que los cuatro jinetes van a estar en Danza. ¿Cuáles son los cuatro jinetes del Apocalipsis? Son la tierra, el aire, el fuego y el agua. Y me pregunto -sigamos mirando- ¿Están actuando o no están actuando en este momento los 4 jinetes del apocalipsis? Erupciones volcánicas, inundaciones que arrasan con ciudades enteras, quemas forestales inmensas, tsunamis, tornados. Es el aviso, es aquello que el Padre y la Madre nos están diciendo "miren muchachos lo que está pasando y en qué puede terminar si ustedes siguen con esa carrera locura de autodestrucción".

Esto es una descripción, lo que estoy haciendo es describir un estado de cosas, pero, ¿Basta con describir un estado de cosas? No. El describir un estado de cosas es para ver qué hacemos. ¿Qué hacemos ante esta realidad que nosotros hemos creado y seguimos creando? 

Generar una conciencia de oposición a esa conciencia que nos están instalando los poderosos dueños del mundo.

Y así se manifiesta el Armagedón, la fuerza del bien contra la fuerza del mal, los generadores de conciencia oscura contra los generadores de conciencia de luz. ¿Y como se manifiesta la conciencia de luz? No se manifiesta en las palabras, en el pensamiento o el auto convencimiento, se manifiesta en los hechos, la espiritualidad para aquellos que se sienten espirituales - solo es real - si se manifiesta en la tierra.

La conciencia solo es real si sale de nuestro cerebro y nuestro corazón y se pone al servicio del otro diciéndole ven, mira, acá hay una guerra, muchacho/a. Acá hay una pelea muy profunda, una lucha por la tenemos que luchar por la salvación del planeta. Esa es una forma de conciencia.

Tenemos que luchar contra aquellos que crean un horror a partir de la acción social, haciéndote creer que esa es la salida energética que va a solucionar todos los problemas, mientras contamina a todo el planeta con los desechos nucleares. Enfrentándote a los que hacen esa minería a cielo abierto, que no hace más que contaminar las aguas con desechos cianúricos; luchando contra el glifosato contra los matabichos, como le dicen en el campo, que polucionan no solamente lo que consumimos, sino también las aguas cuando la lluvia arrastra eso, hacia los arroyos, y de los arroyos terminan entrando al río.

No sé si ustedes saben que hubo malformaciones genéticas en las especies del río como consecuencia del Glifosato y se formó una suerte de capa de glifosato sobre el rio Paraná, alterando el sistema estructural genético a partir de la utilización de aquellos elementos para generar una mayor producción que envenenan la sangre y el agua.

Todos estos puntos son objetos de lucha. Si nosotros queremos justicia, tenemos que saber que también hay una campaña para aplastar a los pueblos originarios.

Hay una campaña que hizo que tres mujeres Mapuches estuvieran presas sin absolutamente nada que reprocharles porque decían que había habido usurpación. ¡Usurpación en la cabeza de los dueños del poder, porque esos lugares eran suyos ancestralmente! Y sin embargo las tuvieron meses con sus hijitos allí adentro prácticamente sin comida, teniendo frio ¿Para qué?, Para doblegarlos. Los asesinos de Rafael Nahuel, los asesinos de Santiago Maldonado… que ahora quieren aparecer como los líderes de la represión de todos aquellos que intenten rebelarse, de todos aquellos que crean o piensen que detrás de una necesidad existe un derecho, y lo peor del caso es que eso, la negación de ese hecho, la hizo un miembro de la Corte Suprema de Justicia de este país, desconociendo así la existencia de ese derecho básico.

Reconocer que una vida no sólo es subsistir, que una vida es dignificarse. Si no vale tener una vida digna, en realidad no hay vida.

Nosotros tenemos que ser los que denunciamos que, como consecuencia de esas acciones del poder, no hay una vida digna para muchos, para la mayoría, porque no es dignificarse recibir un plan, dignificarse es hacer, construir y construirse.

Nosotros pensamos que el Maestro dijo, ama a tu próximo como a ti mismo… Construyámonos construyendo juntos. Hagamos las cosas de otro modo. ¿Pero cómo hacemos? Tenemos que señalar a aquellos que no quieren que sea así.

Tenemos que denunciar todos aquellos elementos que hacen que se frustre este sentido. Y esos no son solo personas de carne y hueso, son estructuras que tienen que ver con las grandes corporaciones. Estructuras que tienen que ver con los dueños del capital financiero, estructuras que hacen que nosotros no podamos usar nuestro río Paraná como argentino, sino que prácticamente, está en manos de las potencias extranjeras.

Hay que levantar las banderas de la soberanía, pero no solamente de la soberanía nacional, de la soberanía como seres humanos de la soberanía popular no dejarnos dominar. Llegó el momento de la resistencia. Llegó el momento del enfrenamiento.

No basta con decir "esto está mal", hay que gritarlo y hay que hacerlo en la calle. Hay que ponerlo de manifiesto para que otro observe y que entre en su conciencia lo que aparentemente pasa delante de él y pasivamente no ve.

¿Ustedes creen que las cosas son así porque son todos locos y estúpidos? No, tranquilo. Es tarea nuestra, de los que tenemos de alguna manera la visión de la realidad, el mostrársela, transmitirla y transmitirle, y decirle que esto se cambia peleando, no se cambia pensando, por más que pensar sea importante. 

Nosotros convocamos a que cada uno levante la bandera de la denuncia y la lucha por la vida. Luchar por la vida es luchar, no decir, simplemente, "esto está mal".

¿Y saben por qué? Yo en lo personal soy profundamente cristiano, y recuerdo que el Maestro Jesús, agarro a latigazos, a los mercaderes del templo. No se quedó ahí mirándolos, y a decirles "muchachos están equivocados", ya se lo había dicho antes, así que agarró el látigo y los sacó a latigazos.

Ya lo había dicho antes... Entonces, este ejemplo está acá... Y él dijo que iba a volver, ¿No? Yo les digo, que Él está acá, está en la tierra… lo que falta es que se manifieste. Pero no viene como vino aquella vez, a dar su vida para salvarnos, viene a juzgar porque ya una vez dio la vida y no hay más Corderos para matar. 

Llegó el momento de poner las barbas en remojo. Yo les pregunto a todos aquellos que tenemos consciencia de lo que está sucediendo ¿Qué le vamos a responder a Él cuando nos mire y nos pregunte, qué hicimos por nuestros hermanos? ¿Qué hiciste vos por tu Madre Tierra? ¿Qué hiciste vos por la justicia? ¿Encontraste el amor realmente, o hablaste del amor y confundiste amor impersonal con el amor a una persona determinada? ¿Qué hiciste vos por la paz? ¿Peleaste contra la guerra? ¿Te manifestaste en contra de la agresión de un hermano contra otro hermano?

Por la influencia satánica que está introduciéndose en la estructura de poder, Yo les enseñé a ustedes que hay tres principios fundamentales que rigen la vida y el cosmos, el amor, la paz y la justicia; pero no existe el uno sin el otro. Entonces, ¿Qué hicieron ustedes por la paz? ¿Qué hicieron ustedes por la justicia? ¿Qué hicieron ustedes para que el amor se manifieste?

Él nos va a mirar a los ojos ¿Y qué le vamos a decir? ¿Que nosotros somos buenos, no le pegamos a nadie, no matamos a nadie? Él, va a decir, es cierto, pero permitieron que otro lo hiciera. Miraron para otro lado cuánto veían la explotación del hombre por el hombre. Miraron para otro lado cuando vieron que estaban devastando la Madre Tierra. Miraron para otro lado cuándo tendrían que haber estado poniendo el cuerpo, la vida por el hermano. 

A eso me refiero, a poner la vida por el hermano.

Nota: Extracción de la charla dada en Paraná el 29/8