HUMANIDAD ¿ADONDE VAS?

05.07.2023

Atmósfera cristalina. Mirando el cielo azul, raso, como de primavera templada sin viento, llevaba puesto un conjunto como el de otros amigos que estaban alrededor mío, atareados serenamente cada cual con su trabajo. Me encuentro en la entrada de una astronave circular, entro en un cuartito con una luz difusa, me detengo al lado de un instrumento compuesto de una espiral en forma de cono que emitía secuencias luminosas de varios colores, mido mi energía psíquica y me siento en una mesita, abro un cuaderno y escribo el título: "ADIOS HUMANIDAD". 

Me despierto. Quiere ser éste, mi escrito, para vosotros, queridos amigos, que estáis leyendo un contenido de esperanza, donde sólo el empeño puede intervenir para llevarnos por el camino de una mejor comprensión de nosotros mismos y de lo universal. La revolución de los fundamentos de la realidad existencial propone una revolución interior, y deseo llevaros, paso a paso, a la conclusión de mi trabajo donde los comunicados extraterrestres nos llevan definitivamente a una puerta que nos dice: "Dentro o fuera para salir de los muros de nuestra ciudadela artificial". Es ya muy tarde. 

Se hacen más espesas las barreras entre los hombres, fracasando los proyectos más elevados del amor fraterno, el único remedio básico que ha cedido el paso al dinero, al sexo, a la droga. La violencia del egoísmo y la estupidez de la propiedad privada producen soledad, odio y autodestrucción. Cada proceder nuestro lleva consigo la consecuencia del conocer. ¿Pero, cómo podemos conocer, si no somos exploradores de la vida y de nosotros mismos? Desgraciadamente, hemos inexorablemente turbado la paz, transformando el planeta, de paraíso, en receptáculo de asesinos; pensemos en las continuas guerras fratricidas y en los niños que cada día mueren de hambre. 

Hasta que cada uno no tenga su pan y su pescado, a partes iguales, no habrá paz, y todo tipo de arma, desde el bastón al misil nuclear, será la fuerza de la desobediencia y de la autodestrucción del género humano. ¿De quién es la voluntad de oscurecer, cada vez más, nuestra psique? ¿No es, acaso, de nosotros mismos? ¿Y si estamos alcanzando el delirio de las vibraciones por las drogas que ingerimos, cómo podemos escuchar y concebir los lenguajes de las leyes de la naturaleza, de los principios universales, sin incurrir en los efectos que nuestras causas producen?

La revelación extraterrestre no trae piedad o cualquier debilidad religiosa. ¡Atención, no cometáis este error! Las civilizaciones de estos "hombres" provenientes de otros planetas han alcanzado cotas morales y tecnológicas siguiendo las mismas escuelas universales, y saben bien que no pueden intervenir para quitarnos el sumo bien que es el libre albedrío de la evolución específica. ¿Pero quién, entre nosotros, permanece atento, cueste lo que cueste, tratando de descubrir quiénes somos, de dónde venimos, por qué vivimos, dónde vivimos? ¡Qué fácil es hoy perderse, distraídos en una vida inútil y alienante, y vivir para olvidar la vida misma, único medio para obtener la carta de embarque para la eternidad!