LOS CRÍMENES EN CONTRA DE LOS NIÑOS
Un aspecto terrible de la violencia de esta sociedad son los crímenes contra los niños. El Señor mismo tiene palabras de fuego para los que violan a los niños.
En Mateo 18 leemos:
"¡Ay, ay de cualquiera que escandalice a los niños o de cualquiera que los mate! Más le vale que se ponga una piedra de molino al cuello y se tire al mar".
La violencia contra los indefensos sucede porque el hombre se siente un Dios, quiere imitar a Dios que da y quita la vida. El hombre es entonces celoso de la pureza de los niños, de manera perversa, infame, diabólica y repugnante. Se siente atraído interna y sexualmente por esa pureza y por lo tanto quiere violentar, violar e incluso matar a los niños porque está celoso en el mal sentido de su pureza, belleza y su amor. Básicamente, con este gesto, cuando el hombre viola o mata niños, el hombre hace un gesto oculto, hipócrita, violento, homicida y cobarde y tiene el perverso deseo de matar a Dios, el hombre está harto de Dios y quiere matarlo tocando a sus hijos, porque al tocarlos, les hace daño y a Él le hace sufrir. Y luego les digo a los hombres que serán diezmados y que de esta raza no quedará ni siquiera memoria.
La historia de la violencia hacia los niños y la de esta humanidad, no será estudiada en las universidades, la memoria misma de la existencia de esta humanidad será borrada. Sólo unos pocos héroes y justos quedarán en la memoria pero Dios ya no querrá tanto recordar a los hombres perversos, tanto es así que los hará desaparecer de la memoria de todas las razas extraterrestres del universo.
Esa segunda muerte que harán estos asesinos será la segunda muerte más terrible, porque no se dan cuenta de que están vivos y vegetando. La vida será eterna, pero para ellos será vegetal por milenios y milenios, hasta que empiecen a percibir el sentido de la vida, el amor, la pureza y la devoción al Creador.
En lo personal estoy a favor de la pena de muerte para cualquiera que toque a los niños y soy católico, cristiano, creyente, estigmatizado, a menos que haya una enfermedad y en ese caso la persona debe ser tratada y sometida a terapia. Sin embargo, en la mayoría de los casos, estas personas que dañan a los niños no están enfermas. Son conscientes de cometer un delito, pero lo hacen de todos modos. Luego están los ritos satánicos, que hacen para pedir rescates y otras situaciones.
