OMNIPOTENCIA, OMNICREACIÓN Y OMNIPRESENCIA DE DIOS

Dios está presente en el mundo en los eventos mundiales a los cuales asistimos. Él es un personaje omnipotente, omnisciente y omnipresente. Por lo tanto, tiene en sí mismo todos estos atributos y toda la ciencia de lo visible y lo invisible. Los hombres somos a su imagen y semejanza pero somos solo parcialmente creadores. El poder de la omnicreidad sólo lo tiene este Dios que muchas veces se hace sentir en la Biblia y que con Cristo, incluso, se revela y se manifiesta como hombre. En lo que sucede en el mundo se revela la presencia de Dios y tiene un doble aspecto: positivo y negativo. Este último aspecto está ligado al hecho de que incluso el mal es una manifestación de Dios ya que Él es omnipresente. Esto significa que en todo eso que existe y que nosotros podemos observar y pensar está Dios, si el mal, es pues un fenómeno humano, para quien cree en la omnipresencia y omnipotencia de Dios, también es parte de Dios, quien tolera las elecciones porque nos ha dado a nosotros una chispa que le pertenece sólo a Él y que es un regalo para nosotros: el libre albedrío. Originalmente este poder y esta prerrogativa le pertenecían solo a Él.