LOS CUATRO LONCOS

20.10.2022

Continuamos con el tema de pueblos originarios donde hemos focalizado esta parte de la historia en la región de Pampa y Patagonia; especialmente la pampa -o las pampas, como también se la conoce, porque fue allí que se jugó hacia fines del siglo XIX el destino de una Argentina sin ellos. 

En esta entrega: 

CACIQUE CALFUCURA

Los protagonistas fundamentales que ocuparon la región mencionada, fueron los pueblos ranqueles, mapuches (con sus variantes pehuenche, hulliche y voroga) y tehuelches septentrionales (günün ä küna), además de las variantes mestizas que se daban profusamente entre las distintas etnias mencionadas. Muchos de esos pueblos fueron también conocidos como "pampas", lo que en realidad era una definición geográfica antes que étnico-cultural, y que demuestra la dificultad para precisar sus verdaderos orígenes y la complejidad del singular mosaico humano de aquel entonces.

El poder de estos pueblos se consolidó entre otros factores por la presencia de los líderes indiscutidos que fueron los caciques (lonkos) quienes aglutinaron a miles de personas y sostuvieron una forma de vida que apuntaba desde sus identidades a la conformación de un proyecto de diversidad cultural con eje en las tolderías.

Muchos de estos grandes hombres de nuestra historia por encima de la violencia de la época y de los enfrentamientos librados para la defensa de sus culturas, evidenciaron una clara intención hacia la integración con la nueva sociedad en formación, en la medida en que fueran respetados sus derechos como habitantes originarios tal como citamos en nuestra anterior presentación. (reseña de Martinez Sarasola).

Este proyecto de diversidad cultural que muchas comunidades indígenas sostuvieron, se manifestó desde los mismos albores de la conquista española, al integrar, al sumar al "otro" a sus vidas. 

El cautiverio como hecho cultural de aquellos tiempos turbulentos (y que se dio de parte de los dos bandos enfrentados) fue una fuente inagotable para la sumatoria de nuevas gentes a las tolderías, las que pasaban a cumplir distintos roles: desde guerreros hasta personal de servidumbre en la atención de las viviendas.

Pero la sociedad indígena no incorporó solo a cautivos: albergó a refugiados, emigrados, desertores, viajeros, aventureros, enamoradas y enamorados, un vasto mosaico humano y de distintas vertientes étnicas y culturales que hicieron de las comunidades de la llanura una verdadera propuesta novedosa e integradora, que expresaba a su vez una forma de vida intolerable para los ojos de Buenos Aires.

Las tolderías eran un mundo diferente, antagónico al modelo de exclusión, etnocentrista y racista que propugnaba Buenos Aires; ese otro que vivía en las tolderías pertenecía a un mundo "salvaje" que se oponía a la "civilización" y que posibilitaba además la convivencia e integración de gentes de distintos orígenes étnico-culturales. Y lo que era mucho peor: ese modelo de sociedad buscaba convivir, coexistir con la otra sociedad que los cristianos, los blancos, los wincas, los criollos, estaban construyendo.

Aquí, en este núcleo profundo radica una de las principales claves "del país que no fue"...... porque provocaban no sólo rechazo, sino temor. El ciclo que va de 1830 a 1880, aproximadamente, puede ser tipificado como el de los grandes cacicazgos. En ese período los lonkos se cuentan por centenares. Y si sumáramos los capitanejos y conas, es decir la "segunda línea" de jefaturas, la cifra sería de cuatro números por lo menos.

Los caciques fueron personajes con gran poder, llenos de títulos autoimpuestos; con sus "estados mayores", integrados por caciques menores, caciquillos al frente de sus respectivas comunidades y a su vez integrantes de la institución del Parlamento donde los Ancianos tenía un lugar preponderante.

Con sus eficacísimos lenguaraces y con sus escribientes que les permitían comunicarse al instante con el huinca, ya fuera en forma verbal o por carta, en las intrincadas negociaciones que se mantenían. Con detalles como los sellos con que firmaban las misiva, toda una estructura puesta al servicio de sus respectivos mandatos, que servía para acrecentar el respeto y la devoción por parte de sus pueblos.

Su nombre Calfucurá se debe quizá porque cuando era niño encuentra la famosa piedra azul, (en lengua mapudungun): CALFU significa azul y CURÁ piedra. Calfu: es lo sagrado por eso es importante la trascendencia de su nombre, azul como la piedra de lo sagrado que era el poder de los TOKIS, las piedras sagradas que tenían los grandes caciques, la "piedra rayo" que ellos le decían (pedazos de meteoritos o de alguna otra cosa que tenía que ver con algo que había caído de arriba). Muchas veces el hallazgo de estos objetos las tomaban como señales que recibían y que frente a esa situación podían hacer dos cosas: dejarlo o tomarlo. Si lo toma ya no lo va a abandonar y asume como una responsabilidad y compromiso de una tarea a realizar, probablemente esto es lo que haya pasado.

Hijo del cacique Huentecurá que había ayudado a San Martín en el cruce de los Andes, nace en 1790 en Llaima, otra versión sitúa su nacimiento entre Pitrufquén y el lago Colico, ambos en el actual territorio chileno. Era un moluche desde el punto de vista de los mapuches asentados al este de los Andes, posiblemente huilliche o pehuenche, ya que al llegar a las pampas iba acompañado precisamente por esos grupos étnicos.

Carlos Martinez Sarasola dice: "Creo fue el más importante cacique de la historia Argentina en función de su poderío político y como jefe de la guerra, era un TOKIS, se llama así al señor de la guerra". Lo menciona además de un guerrero como un brujo, hombre espiritual, hombre con poder. Su mirada dicen que era bastante impresionante. Su frase: "mis ojos son pocos para mirar a tantas partes".

En 1831 cruza los andes acompañado por otros caciques instalándose en las cercanías del fuerte de Bahía Blanca y aquí hay dos versiones de por qué lo hace, que resulta muy interesante mencionar:

-La primera dice que por invitación de Rosas, para combatir a los vorogas o borobanos que lo habían precedido en su llegada desde la Araucanía, cuando fueron llamados por estancieros para custodiar la frontera y se asentaron en la zona de Salinas Grandes, Guaminí y Carhué y para restarle poderío a los ranqueles.

-La otra que fue llamado por caciques vorogas -especialmente Rondeao y Melín- para solicitarle protección, ya que habiendo incumplido los acuerdos que tenían con la Provincia de Buenos Aires recibían constantes reclamos y amenazas por parte del gobernador Juan Manuel de Rosas.

A la llegada de Calfucurá los vorogas habían acordado nuevamente la paz con Rosas y además ocurre otro hecho, el fusilamiento de su cacique amigo Toriano, sintiéndose traicionado por los vorogas, se reúne con ellos en Masallé, un paraje cercano a la laguna Epecuén donde tenían sus tolderías, y lo que se había pactado como una amistoso encuentro comercial terminó en una emboscada. Este hecho ocurrido en 1834 se conoce como la masacre de Masallé.

Acéfalos varios grupos tribales y debilitados por esta situación también los vorogas, aprovechando el miedo que logró infundir, Calfucurá intimidó a otros caciques de la región y a los indios sin líder, notificándoles que él se había erigido como el "Cacique general de las Pampas".

En 1841 se asienta en Salinas Grandes donde se entrevista con Catriel uno de los principales interlocutores de Rosas avisándole precisamente esa situación, (conviene aclarar que poseía cualidades de estratega nato, con una gran habilidad para la diplomacia), y manifesta además su interés de incorporarse al negocio pacífico con el gobierno de Buenos Aires, que establecía un pacto entre indios y criollos: a cambio de recibir ganado, alimento y otros bienes los indígenas debían ofrecer ayuda militar y cuidar la frontera.

Este fue un período de una relativa calma, manteniendo una relación de "stato quo", durante ese tiempo, Salinas Grandes y Buenos Aires se convierten en dos centros de poder con un intenso intercambio y variadas vinculaciones. Fue un cacique de poderío tremendo en nuestra historia, y el cacique indígena más poderoso de las pampas argentinas, liderando a miles de guerreros que reunió bajo la Confederación de Salinas Grandes.

La gran mayoría de las fuentes mencionan los poderes de Calfucurá por encima de sus dotes de caudillo y líder de los pueblos indígenas de la región, como un ser mitológico alimentado por numerosas y fantásticas leyendas, una de ellas atribuye a ser el cacique mas valiente y corajudo de todos que poseía dos corazones, o que tenía a su servicio a un jinete fantasmal que le ayudaba en las batallas.

Muere libre, en sus toldos en 1873, rodeado de sus caciques, capitanejos y hombres de lanza, que llegan al lugar para asisitir a esa ceremonia. Días y días de excequias, muere  de viejo, es difícil saber la edad se habla de más de 80  años, otros dicen casi centenario, lo hace poco después de su última gran batalla, la de San Carlos, dejando una orden final: "No entregar Carhué al huinca". Fueron sus últimas palabras.

Un gran parlamento se reúne a la muerte de Piedra Azul. De los tres hijos propuestos, es Manuel Namuncurá (Pie de Piedra) quien ofrece más garantías: leal a la memoria de su padre; su segundo incondicional en los grandes combates; con una tradición guerrera emblemática, era sin duda la figura de relevo natural.

En cuanto a la profanación de su tumba, estuvo a cargo del Coronel Nicolas LEVALLE, ubica la tumba. En 1878 el Ministro de Guerra (ROCA) había lanzado al desierto todas las divisiones del ejército ansiosos de medirse con los indios en los misteriosos escondites de La Pampa. Levalle parte como un rayo con sus caballos gordos apacentados en Carhué, cuya conservación y defensa por parte de los indios era una cuestión religiosa, de ahí que Calfucurá, recomendara no entregar esa tierra.

Parte hacia el Oeste pampeano ubicando sus escuadrones en lo que se denominaba Chilihue (actualmente la localidad de Guatrache), supo por los vaqueanos que el Médano Negro era el cementerio de la familia reinante de las tribus de las Salinas Grandes, llamó a su hijo el teniente Tomás Melitón Levalle y le ordena que remueva el cementerio hasta dar con la sepultura del famoso cacique, luego de cavar 2 metros se tropezaron con los despojos mortales. Corría el mes de diciembre, mediodía, con un sol abrasador y encuentran en una de las botellas enterradas líquido que se conservaba fresco, junto a las prendas y el cabezal de freno donde se leyó en el lenguaje indígena "cacique Calfucura".

Como mencionamos anteriormente se decía que en sus combates era acompañado por un "Espíritu Guardián" y en la opinión del realizador del documental al que hacemos referencia, no descarta que haya estado a su lado en los momentos de la profanación de su tumba, que fue ultrajada y mancillado su cuerpo......no quiero pensar que pudo haber pasado luego a sus profanadores, menciona Diaz. 

Estanislao Zeballos que como dijimos era un joven todo terreno, periodista y abogado y otros cargos que representó fue también un hombre de los poderes de los servicios públicos, de los estancieros y fue el instigador y promotor de este holocausto, dona la colección de los 300 cráneos que tenía, los restos de Calfucurá enteros y también los de Mariano Rosas al Museo de La Plata donde los recibe el Perito Moreno.

En una palabra se termina aprovechando la campaña de Roca para fundar su museo y exhibir a los pueblos originarios al decir de Osvaldo Bayer: "como si fueran animales, como seres de otro mundo, no como seres humanos, eso es imperdonable".

Voy a hacer aquí una mención aparte de Martinez Sarasola cuando en uno de sus libros se refiere a: INDIOS AMIGOS", "CACIQUES AMIGOS", donde cita lo siguiente:

"Este es un capítulo aparte en la historia indígena en la Argentina y en la historia interior de los propios pueblos originarios".

Los "indios amigos" fueron parte de una política que tuvo su clímax en la estrategia de Rosas a la que denominó "Negocio Pacífico con los Indios" y cuyo objetivo fue acercar e instalar en las inmediaciones de la frontera a las tribus más afines a los blancos y por ende más alejadas de sus hermanos.

Esta situación que se desarrolló en plenitud durante todo el siglo XIX, tuvo marchas y contramarchas: "Entre los "Indios Amigos" y aquellos pertenecientes a las comunidades libres de la llanuras -denominados- (los "hostiles"), las relaciones eran contradictorias.

Muchas veces se llegó al enfrentamiento y al extremo de la venganza de la sangre, denunciando el fantasma de las profundas diferencias entre hermanos (el caso por ejemplo de la muerte del cacique Cipriano Catriel) -próximamente hablaremos de él- otras veces, los "Amigos" volvieron a formar parte de las huestes "rebeldes". En todo caso, y como la relación entre "indios argentinos" y "chilenos", son todas expresiones de la complejidad de un mundo indígena con sus claroscuros y contradicciones, que de todas maneras no obstaculizan a nuestra perspectiva de análisis, en todo caso nos acercan a una faceta más real y humana de las culturas originarias"

Además de esta interesante reflexión de Sarasola también voy a hacer una aclaración a propósito de esta controversia instalada en la sociedad a raíz del conflicto Mapuche, donde más de una vez he escuchado hablar de que los mapuches son chilenos y pretenden despojarnos de nuestro territorio, etc. etc..

Dice Marina Sardi, antropóloga del museo de La Plata:

"En el siglo XIX y anteriormente los Estados Argentino y Chileno no existían como tales, eran territorios y la Cordillera era permanentemente franqueada por las comunidades que vivían en uno y otro lado, había comunidades de origen andino y se asume a las denominadas Mapuches como tales, pero no debe extrapolarse tajantemente el nombre de una etnia de una sociedad aborigen asociado al nombre de un estado".

Yo me pregunto, ¿Cómo puede ser que una gran parte de la sociedad no reconozca la preexistencia de estos pueblos? ¿Por qué miramos para otro lado cuando vienen y se instalan en nuestro territorio grandes magnates europeos, empresarios Qataríes? Estos llegan por acuerdos espureos y por dos mangos se erigen como dueños de tierras, lagos y encima, son protegidos por el poder político y avalados por pretendidos fallos judiciales.

¿Qué nos está pasando como sociedad? ¿Qué lavado de cerebro hemos recibido permanentemente por los medios masivos de comunicación que abonan estas situaciones?

Por favor, es hora de que el gran pueblo argentino despierte!!!!

Producción de Nota: Mirtha Susana Rodriguez y Estela Casado

Programa N° 107, emitido el 26/10